Intenté no buscarla para no lucir desesperada y por un largo rato funcionó.

Sin embargo, luego de distraerme hablando con Mariana, quién me había dicho que entabló una interesante conversación con la amiga de Lucya, me fue inevitable no salir en su búsqueda para saber si estaba bien.

Al final, me la encontré bailando con su amiga Eva mientras sostenía una copa con alcohol. Parecía estar bien... Si la veías desde lejos, porque de cerca era un desastre.

Me encontraba a una distancia considerable, pero la oía hablar a los gritos con dificultad, pues la lengua se le trababa un poco e incluso pude ver cómo se tambaleaba en todas las direcciones posibles.

En cuánto se percató de mi presencia se acercó a mi con una sonrisa y quiso saludarme, pero tropezó con sus propios pies y cayó sobre mi. Alcancé a sujetarla de la cintura y tuve que reprimir toda gana de, mínimo, tocar con mis dedos esos labios rojos y tentadores.

- Linda noche ¿no? - Dijo riendo, pasando su brazo por mi cuello, acercándose más a mi rostro.

- Creo que debería' dejar de tomar, mami - dije entre risas sacándole la copa de las manos.

- Y yo creo que deberías sacarte las ganas.

Alcé mis cejas con sorpresa y la miré como si no supiera de qué estaba hablando, cuando en realidad sabía perfectamente a qué se refería.

- ¿Qué ganas?

- Las que tenés de besarme - con su dedo índice recorrió todo el borde de mi mandíbula, provocándome escalofríos en todo el cuerpo.

- Estas tomada, ma.

- Mmm, no me negaste nada - dijo riendo, mirando mis labios fugazmente -. No te hagas, Miko, no te sale fingir que no lo querés.

Y luego comenzó a acercarse, pero la aparté cuidadosamente de mi. Corté todo contacto físico y no me gustó, pero al mismo tiempo me aliviaba. No la quería cerca, no así.

Su expresión era todo un cuadro, como si no esperara que la rechazara.

- Entonces, ¿no me vas a besar?

Honestamente, no querría. Por más que sus labios me resulten lastimosamente tentadores, besarla no era algo que tenía en mente. Simplemente no quería tener una razón para alejarme de ella.

Aunque, al mismo tiempo me vendría bien la distancia. No quería seguir con lo que sea que suceda entre nosotras.

Pero siendo sincera tampoco pasaba nada. Apenas nos conocíamos. Nuestra relación estaba creándose poco a poco. Por un par de coqueteos no podía hacerme una idea errónea de creer que sucedía algo.

- No. No quiero besarme a nadie está noche.

- Bien.

Dejándome con la cabeza hecha un lío, Lucya se fue abriendo pasó entre la gente, desapareciendo de mi vista nuevamente.

Sentía como si estuviera con ella solo dos segundos, pero su ausencia se sentía de dos años.

Ay dios, está mujer me da crisis existencial.

• L U C Y A

__𝐉𝐔𝐒𝐓 𝐌𝐈𝐍𝐄; Young Miko.Where stories live. Discover now