Silent Lies / Macauchay

Capitulo 2

*Flashback de Porchay*

Chay miró a su alrededor con ojos muy abiertos y brillantes a la habitacion. El escenario estaba bellamente decorado y la guitarra estaba lista para ser tocada nada menos que por su ídolo, Wik. Era la estrella de la universidad y había sido invitado a tocar para los estudiantes de primer año que acababan de ingresar. Chay y Macau estaban juntos en la multitud. Uno estaba saltando de emoción y el otro estaba aburrido de su mente.

"De todos modos, no entiendo por qué te gusta tanto este tipo. Su música ni siquiera es tan buena", dijo Macao.

Chay lo empujó con el codo y respondió: "Nunca lo intentas y simplemente lo atacas sin razón. Tiene letras significativas y melodías increíbles, y también tiene una historia que contar. Amo su música. ¿Por qué crees que quería estudiar música en primer lugar?"

Macao suspiró. Chay no sabía que su nuevo amigo era el primo de su amado ídolo y que su relación era amarga, por decir lo menos. Pero Macao no dijo nada porque era elección de Chay que le gustara cualquier tipo de música y, a diferencia de lo que pretendía, a él mismo le gustaban muchas de las canciones de su primo. Tampoco quería que Chay supiera de su relación y antecedentes porque eso abriría una lata de gusanos que sería difícil de superar o hacerle entender. Macau no quería poner en peligro la única buena amistad que he estado formando en muchos años.
Ese día Chay se fue a su casa con la mayor sonrisa en su rostro, habiendo conseguido el autógrafo de Wik en su camiseta y logró hablar con su ídolo por más de un minuto. Si bien definitivamente había hecho el ridículo al pedir algo ridículo, estaba más que feliz de que el hombre le sonriera. Masticó las orejas de Macao por el resto del día, mientras el pobre chico escuchaba pacientemente incluso haciendo esfuerzos para dar las reacciones apropiadas que apaciguarían a su amigo.

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Chay no podía creer su suerte cuando Wik, o Kim como reveló y pidió que lo llamaran, accedió a enseñarle la guitarra. Una sorpresa mayor fue que el hombre encontró su número y se comunicó con Chay. Con la ayuda de Kim, estaba seguro de que le iría bien en la universidad y se aseguraría de que todos los sacrificios que hizo Porsche tuvieran su merecido. La primera lección en sí fue algo así como un desafío y una gratificación para Chay porque Kim le pidió que escribiera algunas letras y parecía que le gustaban.
Con Porsche desaparecido y ni siquiera respondiendo a sus mensajes, Chay no tenía a nadie con quien hablar sobre estos desarrollos, excepto Macao. Lo llamó para reunirse en un café y le habló de Kim con estrellas en los ojos. Macao no estaba seguro de haber entendido. La mirada cariñosa, las sonrisas, el rubor del que Chay no se dio cuenta. No era como si Macao no hubiera tenido ningún enamoramiento, pero este tipo de dedicación de culto al héroe que lo consumía todo era algo completamente nuevo para él. Tal vez era parcial porque odiaba a Kim, pero honestamente quería que Chay dejara de mencionar al hombre cada dos oraciones. Y, sin embargo, debido a que Chay se estaba convirtiendo en un amigo muy cercano de él en tan poco tiempo, se mantuvo en silencio durante todo el proceso.

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Una cita de cine. Algo más que Chay nunca había anticipado. Kim quería que estuvieran más cerca porque creía que eso los ayudaría a trabajar mejor juntos. Antes de tener más estudios o sesiones de tutoría, Kim llevó a Chay al cine y otras cosas divertidas todo el día. Nunca especificó que era una cita, pero en la mente de Chay, definitivamente lo era. ¿Cuántas personas podrían decir que pasaron de idolatrar a alguien a estar con él en una relación que era más que algo formal?
Chay estaba extasiado ese día, volviendo a casa y tocando sus canciones favoritas. Inventando escenarios de más 'citas' con Kim y preguntándose qué otras cosas le gustaba hacer al hombre en su tiempo libre. Tal vez estaría de acuerdo con una cita de arcade si Chay se lo pidiera. Esa fue la primera vez que Chay se dio cuenta de que tal vez sus sentimientos habían pasado de ser una fascinación por los ídolos a algo más. Podría haberse enamorado de Kim.

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Kim estaba en su casa. Había venido sin previo aviso, afirmando que a veces también necesitaban trabajar en un entorno más íntimo y cómodo, y que estar en casa ayudaría a Chay a canalizar sus emociones mejor que estar en un estudio todo el tiempo. Trabajaron durante una hora en sus lecciones, después de lo cual Kim pidió un descanso. Chay pidió comida para llevar y charlaron sobre nada y nada. Kim había notado las fotos familiares y le preguntó a Chay sobre sus padres. Aunque se mostró reacio a revivir el accidente y sus consecuencias, Chay se abrió y Kim lo escuchó atentamente. Le habló sobre sus padres de una manera que no se sentía compadecida y le facilitó a Chay hablar sobre los recuerdos más felices y sonreír sobre ellos. Después de que Porsche se fue, Chay solo tenía a Macao para hablar sobre su felicidad, sus inseguridades, miedos, deseos y más.
También jugaron los juegos favoritos de Chay y tuvieron un maratón de películas de Disney que Chay obligó a Kim a mirar con ojos de gacela y un puchero.
Esa fue la noche en que Chay comenzó a tallar la pua que le regaló a Kim como muestra de su agradecimiento por aceptar ser su tutor. Él también quería confesarse con el y estaba reuniendo coraje para ello. Su inocente enamoramiento había crecido mucho más allá de los límites y estaba empezando a enamorarse del mayor.
Cuando Chay finalmente le regaló la pua, no logró confesar sus sentimientos después de todo. Todo lo que le dijo a Kim fue que estaba agradecido por ser su tutor y que lo haría sentir orgulloso. Chay pensó que había sido bastante obvio acerca de su enamoramiento, los tiempos recientes que habían pasado juntos. También había tallado los nombres de ambos en la púa y la presentó en una caja que gritaba romance. Estaba usando todo menos sus palabras para confesar. Pero cuando Kim tomó el regalo de él, todo lo que recibió a cambio fue una hermosa sonrisa y un alboroto en su cabello desordenado.
Quizás esa debería haber sido la primera señal de Chay de que sus sentimientos no eran correspondidos.

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Macao se había encargado de hacer una guardián de medianoche verificando a Chay todas las noches para asegurarse de que esté cómodo. Siempre tenían un guardia junto a la puerta de Chay por la noche y la familia menor tenía su propio personal médico como la casa principal y, sin embargo, Macao siempre se sentía incómodo sin ver cómo estaba su mejor amigo. Cuando fue a revisar, como de costumbre, vio que Chay estaba profundamente dormido pero tenía lágrimas corriendo por su rostro. Obviamente había llorado hasta quedarse dormido. De nuevo. Trató de actuar con fuerza para Porsche, pero Macao vio a través de él. Suspiró y tiró de las mantas alrededor de Chay de forma segura. Se inclinó y depositó un tierno beso en la frente de Chay y cerró la puerta suavemente al salir.