Delicate || Rivers

7

Midnight Rain — Taylor Swift

Casi tres semanas habían pasado desde la segunda cita de Samy y mi stream con el McTrio, ese fue el primero de muchos.

Estuve en contacto con Roier todo este tiempo, puedo decir que nos volvimos amigos cercanos (aunque yo le veía otras intenciones), igual me volví muy amiga de Aldo, tanto que en estos momentos estábamos Sam y yo arreglando el departamento para recibir a unos amigos.

— A Roier lo ponemos a dormir en el sofá-cama, al Aldo en la habitación de los perros y a Valdo lo tiramos por ahí en alguna esquina. — indicó Samy. Ella se encargaba de limpiar mientras que yo hacía comida.

— ¿a que hora llegan? —

— según cómo a las 5, Valdo los va a recoger en el aeropuerto. —

También estábamos en proceso de empacar porque Samy viajaría la otra semana a España por la final de la Queens League.

Después de unas horas el timbre de nuestro depa sonó, indicándonos la llegada de nuestros nuevos inquilinos. Samy fue a recibirlos siendo seguida por Estrella, nuestra golden retriever.

— ¿Donde está mi mojon favorito? — gritó Valdo haciendo la voz como si le hablara a un bebé. — aquí ta, aquí ta — dijo una vez que me encontró.

— cállate el hocico pendejo. —

— es más malhumorada en persona. —

Roier se posicionó frente a mi con los brazos abiertos, yo corrí hacia el y lo abracé, es más alto en persona.

— ay wey, que bonito saber que yo fui el que hizo que se hicieran amiguitos. —

Me lancé a Valdo para abrazarlo también, tenía tiempo sin verlo ya que siempre le salía alguna diligencia cuando lo invitaba a hacer stream conmigo.

Luego tuve el mismo gesto con Aldo, él se echó a reír al notar que seguía siendo más alto que yo por una diferencia de 10 centímetros.

— a ver, indicaciones rápidas. — dije.

Los tres se pusieron uno al lado del otro como si escucharan las órdenes de su capitán.

— Aldo, — el se puso recto e hizo un intento de seña militar. — dormirás en la habitación de los perros. —

— ¿Que? — el se quedó más que tieso. Sam empezó a reír.

— wey, siéntete feliz porque eres el único que tiene habitación, estos pendejos no tienen donde dormir. — habló ella.

Valdo y Roier dejaron el "rol" militar que tenían para poner cara de indignados.

— Sebas. —

— mande —

— dormirás en el sofá-cama, be happy. —

El asintió conforme. Valdo se quedó esperando a que yo le asignara de igual forma un lugar para dormir.

— tu... estem... no se donde dormirás — solté.

— te odio pendeja. —

— puedes dormir conmigo y Sam, la cama es enorme y ahí cabemos los tres. —

El asintió y se fue directo a la habitación que comparto con mi mejor amiga, los otros dos que quedaban se fueron para dejarme a solas con Roier, cosa que no agradecí para nada.

— ¿como estás? — preguntó él, rompiendo el silencio.

— bastante bien la verdad, la otra semana viajaré con Samy a España para la final de la queens league y eso me tiene emocionada. ¿Cómo estás tú? —