Delicate || Rivers

2

Right where you left me — Taylor Swift

me desperté sintiendo mi cuerpo pesado, supuse que era porque dormí más de ocho horas.

Me cepillé los dientes y luego me dirigí a la cocina donde se encontraba solo Iván.

El me vio y no se dignó a saludarme.

— Buenos días Ivy, ¿como amaneciste? — pregunté sentándome a su lado, el seguía con la cabeza metida en su celular.

— Bien, ayer el stream con Nicki estuvo buenardo, nos divertimos una banda. — respondió con una sonrisa de oreja a oreja.

— Me alegro, ¿me acompañarás hoy al pesaje? —

Hablaba con el mientras me paraba y me hacía algo de desayunar. Sentí su mirada en mi espalda y me giré a escuchar su respuesta.

— quedé con Nicki de acompañarla a ensayar para mañana, Milo la invitó y ella tiene que hacer un reconocimiento de la tarima. —

Mis ojos se dirigieron hacía él, mi entrecejo arrugado y mi cara denotaban lo indignada que estaba al respecto.

— ¿que mierda, Iván? Quedaste en acompañarme desde que te enteraste que iba a pelear, es muy importante para mi que tú estés ahí. —

El seguía mirando su celular mientras reía y mi enojo incrementó gracias a eso.

— mírame cuando te hablo. — le quité el celular de la mano, se que estuve mal, pero es que si hay algo que me molesta de las personas es que no me prestaran atención cuando hablo de algo importante.

— ¿que te pasa, boluda? Que ortiva que sos. —

Miré su celular y me reí de manera irónica.

El estaba chateando con Nicki de manera muy "amistosa" mientras yo le hablaba de algo importante.

— ¿sabes algo Iván? No me acompañes hoy al pesaje, pero tampoco quiero que me acompañes mañana en la pelea. —

Empecé a caminar fuera de ahí demasiado molesta, triste y decepcionada. Miles de pensamientos se instalaron en mi cabeza de forma inmediata y algo de mi me decía que mis suposiciones eran ciertas.

— como si me importara. — escuché que dijo, luego empezó a mandarle lo que parecía ser una nota de audio a Nicki, cambiando completamente su estado de ánimo a uno feliz mientras le hablaba.

Me di vuelta y lo encaré, el enojo superaba mi decepción y tristeza. Escuché como las voces de Pelicanger y de Juan se acercaban y supuse que lo iba a hacer lo debía hacer rápido.

— ¿sabes algo, "Ivy"? Me tienes hasta la verga con tus actitudes, y se que te va a valer tres hectáreas de mierda lo que te voy a decir pero, terminamos. — el alzó su mirada por primera vez desde que le empecé a hablar.

— ¿que? No podés hacerme eso. Yo te amo. —

Para este momento las voces que había escuchado habían parado de hablar, supuse que para escuchar bien lo que estaba pasando.

— Si, si puedo. Ya lo hice de hecho. Que te quede claro, nosotros nunca volveremos a estar juntos. —

Dicho esto salí de la cocina con un nudo en la garganta, Juan me vio y en silencio se acercó para abrazarme, Pelicanger me miraba con una mirada compasiva, el no sabía que decir pero demostraba que me apoyaba solo con esa pequeña mirada que me dió.

El abrazo de Juan me transmitió seguridad, el era como mi hermano, de hecho siempre solían decirnos que parecíamos familia por como nos tratábamos.

Yo me alejé de él mirándolo de manera triste.