Capítulo 3

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Llegue a casa algo tarde en la noche como de costumbre, esta vez Donna no estaba dormida sino que estaba esperando en la cocina con la cena lista, me sorprendió sin duda, por un momento pensé que algo había pasado

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Llegue a casa algo tarde en la noche como de costumbre, esta vez Donna no estaba dormida sino que estaba esperando en la cocina con la cena lista, me sorprendió sin duda, por un momento pensé que algo había pasado.

–¿Está todo bien, Donna?– pregunté mientras entraba en la cocina que estaba algo oscura

–¿Todo bien? ¡Cillian! Eso lo debería preguntar yo, ¿no lo crees?, son la 1:00 de la mañana Cillian, estaba preocupada por ti, ¡nunca habías llegado tan tarde!– gritó mientras yo la veía sorprendido

–¡Donna, está todo bien no hay necesidad de gritar así!, tuvimos unos percances con el auto durante el camino, eso es todo, no hay necesidad de preocuparse, además eres mayor, no deberías quedarte despierta hasta tarde debes descansar– mencioné en tono tranquilo para evitar despertar a los demás en la casa

–Tienes razón, pero ya que estoy aquí te acompañaré a cenar lo que te prepare, así me aseguraré de que te alimentes de manera adecuada– dijo mientras ponía enfrente de mi un plato de comida agradable a la vista

–Esta bien, Donna, ahora que estas aquí te tengo una sorpresa que sé que te va a encantar– la miré con una sonrisa

–¡Una sorpresa! ¿Qué es?– preguntó emocionada

–Dann Harrison vendrá mañana, me mencionó que quería saludarte y supuse que tú también a ella, sería emocionante un reencuentro así, ¿no lo crees?–dije mientras la veía

–¿Dann Harrison aún recuerda a esta pobre anciana?, claro que me emociona verla, aún recuerdo cuando ustedes dos corrían por todo el patio de la mansión jugando, era encantador– mencionó mientras soltaba un sonrisa

–Claro que lo era, pero eso fue hace mucho tiempo con todo lo que pasó hace tantos años con Daphne Harrison el señor George Harrison no volvió a vernos, ni él, ni Dann... –me vi interrumpido por un estruendoso sonido de vajillas cayéndose

–Lo-Lo siento señor no quería interrumpir solo venía a verificar que todo estuviera bien ya que escuche unos ruidos– dijo el chico mientras recogía las vajillas que acababa de tirar

–No te preocupes, vete, yo limpiaré eso– dije algo molesto

El chico rápidamente se marchó, era extraño ¿qué hacía despierto tan tarde? y ¿cómo habría escuchado ruidos desde las habitaciones de empleados que están lo suficientemente lejos como para que nuestra estruendosa platica fueran apenas unos murmullos? además de que no lo había visto por aquí nunca y ahora se aparece en medio de la noche, en medio de mi casa.

–Donna, ¿quién era ese chico?– pregunté curioso

–No lo conozco bien, se llama Alan Harper creó que llego hoy, tu padre lo contrató mientras tú no estabas, supongo que será el nuevo jefe de seguridad de tu padre– mencionó segura

–Ya veo, te ayudaré a limpiar esto y me iré a dormir, tu también deberías hacerlo, hablaré con él en la mañana– contesté

–Esta bien Cillian, pero ten cuidado con ese chico, no me da buena espina– mencionó preocupada

Los pasos de una balaWhere stories live. Discover now