Preludio: a los píes de la Doncella

1.8K 208 6
                                    

lo prometido es deuda! Acá tenemos un preludio cortito pero lleno de fluff rhaenicent.
todos los errores son míos.
espero que lo disfruten!

***

“Y ahora tú, mi pequeño sol, tomarás un baño antes de que tu madre note que te has ido.” Murmura mientras entrega al niño a una de sus cuidadoras.

“¡Muña! ¡Syrax!” ríe el niño felizmente.

“Si muero, dile al rey que fue mi esposa.” Bromea con la sirvienta.

Deja a su hijo, murmurando una rápida oración a dioses en los que no cree para que el niño no la delate y se dirige a la guardería donde ve a su hija dormir plácidamente.

Cuando queda claro que Heleaena no la bendecirá abriendo sus bonitos ojos, se resigna y se marcha a buscar a su esposa, sin necesidad de preguntar su paradero, ya que no duda que estará en donde ha pasado la mayor parte de su tiempo en los últimos días.

El Septo.

Allí, la encuentra de rodillas a los pies de la Doncella.

Alicent tiene su cabeza inclinada mientras sus labios se mueven frenéticamente en silencio, Rhaenyra, respetando su momento de oración, se queda parada incómodamente detrás de ella; cuando su esposa no muestra señales de notar su presencia, decide tomar lugar a su lado.

“Soy yo.” Se apresura a darse a conocer cuando la joven a su lado se sobresalta.

“Rhaenyra.” Suspira.

El miedo y la vergüenza en los ojos de su esposa hacen sonar todas las campanas en la cabeza de la princesa.

“¿Qué sucede?” pregunta mientras se apresura a buscar señales de peligro alrededor del lugar.

“Yo- necesitamos hablar.”

Rhaenyra se queda en silencio, la seriedad en el tono de Alicent la obliga a enderezarse y a contener sus manos, que pican por alcanzar a la joven frente a ella. Sorprendiéndola, Alicent es quien une sus manos.

“Yo, he estado pensando, estos últimos años,” Comienza. “y, bueno-“ La joven traga audiblemente mientras sus ojos se vuelven vidriosos.

“Ali.” Murmura Rhaenyra, soltando una de sus manos para posarla en la mejilla de su esposa. “Puedes hablar libremente conmigo, lo sabes.”

Ambas se quedan en silencio, el ambiente en el Septo se vuelve más intimo de lo que ya era, el aire se vuelve espeso entre ellas, y la princesa no puede evitar sentir que este era un momento decisivo para ambas.

“Yo,” vuelve a hablar Alicent. “he estado orando, y los dioses no han respondido, pero creo que es algo bueno, como si estuvieran de acuerdo, y, bueno, creo que es algo que casi lo esperaban, es algo de esperarse, después de todo, se supone que debe pasar en cualquier matrimonio-"

“Alicent.” La frena Rhaenyra. “Lo siento, pero no puedo entenderte.”

“Creo que te amo.” Suelta Alicent.

“Yo también te amo, Ali, eres mi mejor amiga.”

Alicent la suelta y se pone de pie bruscamente, sus ojos se inundan y su boca tiembla mientras intenta alejarse de la princesa.

“Esto fue un error.” Solloza.

“No, hey, Alicent, vuelve aquí.” Sentencia Rhaenyra mientras toma su mano y la obliga a regresar. “¿De que hablas?” indaga, sus manos sujetan las mejillas manchadas con lagrimas.

“Yo-" titubea Alicent. “te amo, como- como una esposa debe amar a su cónyuge.”

El silencio llena el lugar, Rhaenyra, por una vez, no tiene una respuesta para la ahogada confesión de su esposa.

“Y entiendo si no te sientes igual, yo solo necesitaba sacarlo de mi pecho, y prometo que no negare mis deberes como tu esposa si decides distanciarte o buscar consuelo con algui-"

El agitado discurso se ve silenciado cuando la boca de Rhaenyra choca con la suya.

Por un segundo, la heredera teme haber cruzado un límite, pero todas las dudas dejan su mente en cuanto Alicent abre tímidamente sus labios y corresponde su beso.

Su mente se vacía de absolutamente todo.

Alicent

Alicent

Alicent

Nada queda, salvo Alicent.

Alicent, y sus hinchados labios.

Alicent, y su tímido beso.

Alicent, y sus suaves manos envolviéndose alrededor de su cuello.

A los pies de la doncella, Rhaenyra siente que este es el momento en el que su unión es realmente sellada, ahora, cuando su esposa finalmente ha aceptado que son un matrimonio, que estan destinadas a arder juntas.

Y Rhaenyra ardera, ella ardera por y para Alicent, porque esta es su amiga, la madre de sus hijos, su esposa.

Su esposa.

Aún es muy pronto para decirlo, tienen mucho para hablar, tienen tanto para explorar, para experimentar.

Pero Rhaenyra esta segura de decir que Alicent es su amor.

Su todo.

**


Siente que sus rodillas duelen allí donde hacen contacto con el frio suelo.

Ha estado en el Septo toda la mañana, al igual que la mañana anterior, y la anterior a esa. Ha sido así desde que nació Helaena.

Al principio, se arrodilló ante el Padre, y oro por perdón, cuándo él no respondió ni positiva ni negativamente, ella se mudo al altar de la Doncella. A pesar de que Alicent sabía que la diosa había dejado de cubrirla con su manto hace algunos años, ella aún insistió.

Y allí ha pasado sus mañanas y cada momento libre.

Una presencia a su lado llama su atención, el miedo la inunda cuando recuerda que ella dejo a Sir Criston afuera, y la presencia de quien quiera que este a su lado no vino acompañada del estruendoso ruido de la armadura.

“Soy yo.” Susurra una voz que ella conoce muy bien.

Rhaenyra, el motivo de sus oraciones. Si fuera cualquier otro momento, ella se sentiría increíblemente aliviada de que fuera la princesa quién la encontró, y no cualquier vándalo o asesino.

Su esposa le pregunta que sucede, y Alicent siente que si sigue luchando contra ella misma, perderá la cabeza, así que ella se confiesa.

“Y entiendo si no te sientes igual, yo solo necesitaba sacarlo de mi pecho, y prometo que no negare mis deberes como tu esposa si decides distanciarte o buscar consuelo con algui-“

Rhaenyra la besa, de lleno, no como el incomodo beso en el Septo, no como el apasionado beso en Dragonstone, no como los rápidos roces de labios que compartieron en los nacimientos de sus hijos. Rhaenyra solo posa su boca abierta sobre la de ella, como si la princesa no hubiera pensado en lo que hacía.

Alicent puede sentir su propia sorpresa haciendo retroceder a su esposa, así que hace lo que ha deseado hacer por años.

Ella le devuelve el beso.

Y es algo casi divino, Alicent casi puede sentir a la Doncella bendiciéndolas.

Tímidamente envuelve sus manos alrededor del cuello de Rhaenyra, la piel se siente suave y cálida en sus dedos, el olor a azufre penetra en su nariz, y por primera vez no le provoca nauseas, porque ahora se mezcla con el aroma a lavanda y menta, el olor característico de Rhaenyra, y Alicent inhala tanto de él como es físicamente posible.

Los labios de la princesa son gentiles contra los suyos, llevan el beso sin prisa y sin presión, dejando que Alicent se aclimate a este nuevo cambio en su relación (y en su vida), y ella cree que ha encontrado una nueva actividad favorita, besar a Rhaenyra.

La joven frente a ella rompe el beso justo cuando los pulmones de Alicent empiezan a gritar por aire, pero ella no puede evitar perseguir la boca de Rhaenyra, quien solo sonríe mientras toma sus mejillas y deposita otro rápido beso en sus labios.

“Tenemos tiempo.” Susurra.

Alicent no puede hacer más que sonreir.

Tienen tiempo.

Ella ha pasado casi dos años negándose esto. Negándose a querer esto. Ha temido al castigo, ha temido a los susurros, a las miradas sucias. Ella ha temido tanto y por tanto tiempo, que saber que todo lo que tiene ahora es libertad es algo mágico.

Es divino.

Abraza a Rhaenyra por la cintura, enterrando su rostro en el largo cabello blanco como la luna, sintiendo la nariz de la chica acariciar su cuello, y entonces mira a la estatua frente a ella.

La Doncella casi le sonríe. Ella ha bendecido su unión, ella les ha dado tiempo.

“Se que has llevado a Aegon a volar.” Murmura jugetonamente.

“No puedes probarlo.” Contesta Rhaenyra.

Alicent sonríe, ella puede probarlo, porque conoce a su esposa.

Su esposa.

Ahora, ante los ojos de los Dioses, Rhaenyra es su esposa, su conyuge.

Ella es el amor de su vida. Los dioses la han bendecido otorgandole una familia con su primer y único amor. Porque ella sabe que jamás amará a nadie como ama a Rhaenyra.

**

Les gusto? es corto y no explora mucho porque quiero dejar algunas cosas en los capitulos siguientes (sobre todo cosas del pasado), pero espero que les haya gustado!
Otra cosa, hice una cuenta de tiktok para subir edits, adelantos y demas, si pueden darme follow ahí oes agradecería mucho, el user es igual que este: helaenasbug.
Gracias por leer, nos vemos el proximo jueves!
- Lyn

Antigua ley, nueva historia.Where stories live. Discover now