Antigua ley, nueva historia.

Rhaenyra I

Hola! El primer capitulo llego.
Me disculpo por todas las faltas de ortografía, espero lo disfruten!
Advertencia: Matrimonio infantil (Alicent y Nyra tienen 16), menciones de violencia, menciones de Otto Hightower y Daemon Targaryen (lol)
(Abajo dejo una nota.)

La princesa contemplo a las masas que se agrupaban afuera del Septo en la tarde de primavera.
La gente común en King's Landing aclamaba su nombre y el de su prometida en el día de su boda. Los gritos de felicidad de la gente demostraban la aceptación por su compromiso. Un verdadero milagro.
Milagro que había sido cuidadosamente orquestado.

La heredera había viajado en a lomos de dragón hasta Oldtown, donde se había encontrado con el Septon Supremo en persona, luego de una tarde tensa en la que ella tuvo que recurrir a la Ley del Excepcionalísimo, el hombre había aceptado casarlas a ella y Alicen bajo la Fe de los Siete. La aceptación del Septon Supremo había influenciado en la gente común de casi todo el reino, pero, la gran influencia en la aceptación vino, como era de esperarse, por parte de Alicent.

Su amable prometida había arrastrado a Rhaenyra a través de las calles de Flea Bottom, donde habían repartido ropa y zapatos para los pobres, abrigo para el invierno entrante, comida y juguetes para los niños. Allí se habían tratado como lo haría cualquier pareja joven comprometida, y aunque reticente, la gente los había terminado aceptando, gran parte era por el gran amor que le habían tomado a la niña Hightower; la joven doncella aprovechaba los momentos en los que Rhaenyra estaba atrapada en reuniones del consejo para escapar a las calles de la ciudad por su cuenta, para gran disgusto de la princesa. Alicent se sentaba con los huerfanos y los niños pobres y les leía por horas, mientras sus propias primas repartían comida entre la gente.

Aún no estaban casadas y su prometida ya se había ganado el nombre de Princesa Alicent, amada por los comunes.

Rhaenyra no estaba sorprendida, Alicent siempre había tenido un corazón amable y un alma noble, la niña fue creada por los dioses para ser reina.

Cuando el séquito real llegó al Septo, la princesa notó que el camino estaba cubierto con flores. Sus ojos se humedecieron cuando la realización la golpeo, la gente arrojaba flores.

“Siete bendiciones” coreaban.

Los gritos de la multitud se apagaron cuando Rhaenyra entró al Septo.

El lugar no estaba repleto, pero tampoco estaba exactamente vacío.

Algunos de los grandes señores se encontraban entre los presentes, pero gran parte de los asistentes pertenecían a la enorme familia extendida de Alicent.

La princesa caminó junto con su padre hasta el altar, a pesar de que los aplausos la ensordecieron, todo quedo en silencio cuando vio a su prometida.

La joven Hightower comenzaba su caminata desde la puerta del Septo, su vestido blanco tenía delicados diseños de dragones enfrentados bordados con hilo dorado, la falda se arrastraba suavemente en el piso, el blanco representaba tanto su pureza como los colores de su casa de nacimiento, a la que renunciaría hoy.

Su cabello rojo brillaba como el fuego mismo cuando los rayos de sol que entraban por los cristales de la ventana lo golpeaban.

Un hermoso collar colgaba de su delicado cuello, un dragón envolviéndose protectoramente alrededor de una torre. Un regalo de compromiso de Rhaenyra.

Alicent se veía como una digna reina Targaryen. Rhaenyra estaba fascinada con la vista. Tan fascinada que no fue capaz de notar que su prometida se había encontrado con ella en el altar.

La princesa se acerco a ella, ofreciendo su mano para que su prometida dejará ir la mano de su padre y tomará la de ella.

Si las miradas matarán, la heredera ya estaría siendo quemada por Syrax, los ojos de Otto lanzaban dagas directamente a la cara de Rhaenyra.