|Capítulo 14: Revelaciones, parte I|

Magsimula sa umpisa
                                    

En aquel lugar, entre los árboles milenarios, se encontraba él: su salvador.

—¡Khrizira!

La voz de Nyree y el eco de sus pasos apresurados hicieron que la joven se detuviera de inmediato. Al girarse, sintió cómo la mujer la sujetaba del brazo con firmeza y la jalaba. Aunque su tacto no le causó dolor alguno, se liberó del agarre. Miró a la Guardián con duda y confusión. Antes de que pudiera replicar, fue interrumpida por la reprimenda de esta misma.

—¿En qué demonios estabas pensando? —regañó ella, sin pensarlo—. ¡Es peligroso aventurarse en el bosque al anochecer!

—¡No me grite! —exclamó, exaltada—. Lo sentí, él estaba allí.

El semblante de Dharani y de Nyree se mostraban sorprendidos y no únicamente por las palabras de la menor. Aun así, la segunda dio una honda respiración y, con un hábil movimiento de manos, hizo aparecer su cetro y lo golpeó contra el verde pasto, creando un sello especial a los alrededores. El patrón emanaba un suave resplandor dorado, proporcionando una barrera de protección para hablar con tranquilidad y pasar desapercibidas por los soldados o lugareños que transitaran la zona.

Era un acto de precaución, una medida para salvaguardarse.

—¿Quién estaba allí? —averiguó la Emperatriz, intrigada.

—El hombre que me salvó hace ciclos —dijo con solidez. Pronto, se dio cuenta de su anterior falta de respeto, hizo una reverencia hacia las honorables mujeres con los párpados presionados—. Lamento mi respuesta anterior, no debí ser tan brusca.

—No te preocupes por eso —dijo Nyree, serena.

—Me han encargado vigilar a Virav —anunció sin rodeos después de unos segundos al enderezarse, cruzando los brazos.

La mandíbula de la Guardián se tensó con notoriedad y su respiración se aceleró a un galope casi irrefrenable. En cambio, Dharani se mantuvo impasible. Ambas eran conscientes de las implicaciones de esas palabras pronunciadas.

—¿Sólo eso? —indagó esta última—. ¿No hay nada más especial? ¿Algún detalle importante que debas tener en cuenta? ¿Otras personas involucradas?

Mmm, me dieron los detalles suficientes que debo considerar para llevar a cabo mi tarea, según sus expectativas: vigilar a familia y amigos, lugares que frecuenta, logros en su formación como soldado, su instructor y compañeros, e incluso descubrir información sobre sus afinidades mágicas y el color de su Ha. Aunque no me dijeron la razón detrás de esto... obviamente —explicó Khrizira con absoluta confianza—. Eso es todo.

—Es extraño —puntualizó Dharani, manteniendo la calma—. ¿Y qué nos puedes decir sobre la organización? ¿Alguna ubicación específica o personas a cargo?

—Bueno, hay sellos, pero, por alguna razón, no puedo recordar las coordenadas —dijo con extrañeza—. Y es bastante... peculiar. Tiene numerosos pasadizos internos y las raíces están codificadas con nombres en clave. Números —manifestó, balanceándose sobre los pies con suavidad—. Yo, por ejemplo, soy una «rama» dentro de su estructura jerárquica junto con otros individuos nativos de diversas tierras.

»Las ramas y hojas no están codificadas, pero nadie dice los nombres de otros ante nadie. Creo que el Alto Mando es el único que los conoce, y las raíces.

»Además, tengo la sensación de que Tahi, quien me dio los detalles de la misión, no confía en mí. —Durante breves soplos, presionó los labios e hizo una mueca—. Si llegara a descubrir esto, estoy segura de que me-

—No te hará daño —intervino Nyree al recomponerse—, así que no te preocupes por eso. Es imposible que descubra tus pensamientos o lo que hablas con nosotras en este momento. Incluso si intentara utilizar un sello prohibido que sea capaz de ver en tu memoria, estarías a salvo. Esto no queda registrado en los Ecos del Tiempo.

|Una memoria perdida|Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon