T¹|| 𝓔𝓵 𝓻𝓸𝓫𝓸 𝓭𝓮𝓵 𝓭𝓲𝓪𝓶𝓪𝓷𝓽𝓮

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—O como Balman —añadió la pequeña mientras se cubría la mitad de la cara con una manta y daba un salto del sofá al suelo.

Mientras tanto, la televisión mostraba un noticiero con las noticias más recientes del momento.

—Hoy se vuelve a abrir la sala del diamante más grande del mundo —habló el reportero llamando la completa atención de Mike.

—Con tus poderes y tu fiel amiga compañera, podrían hacer cualquier cosa —Raptor le guiñó un ojo a la menor quien se rió—. Todo superhéroe necesita un compañero.

Ambos notaron como el perrito se encontraba atento a la televisión totalmente fuera de sus sentidos y babeando con emoción por el gran diamante que se mostraba en la tele.

—Diamantito~ —susurró.

—¿Mai'? ¿Mai'? —llamaba la niña.

—Sí, cualquier cosa... incluso ese diamante.

—¿Qué? —preguntó el castaño.

—Pala ayudal a la gente —______ encubrió las verdaderas intenciones de su mascota mientras sonreía con nervios.

—Sí, ese diamante está ahí quieto en un museo, pero podría usarse para algo. Podríamos dárselo a Trollino —se justificó Mike saliendo de su trance—. ______ y yo se lo guardariamos.

Raptor lo pensó un momento, pero no contaba con el chantaje más utilizado de la niña, quien de inmediato utilizó a favor su ternura y sus ojos de borrego a medio morir.

—Po'favo Latol

—¡Ayyy, no me mires así! —rendido asintió—. Sí, podría ser.

—¡Tenemos que conseguirlo! Solo con el diamante podemos ayudar a nuestros amigos.

—¡Sí, team súper Mike!

—¡Sí! —celebró Mike pero hizo mal sus cálculos y cayó al suelo.

—¿Mai' etás ben? —la niña se asomó al borde del sofá.

—Estoy bien —respondió levantando su pulgar.

[ … ]

—Ya me voy Trolli —dijo Raptor aún en la sala de estar, a su lado estaba la niña quien le dió un intento de guiño cómplice.

—Espero que ésta vez ______ te deje ir —respondió el contrario llegando a la sala, encontrandose a la niña ahí, de inmediato empezó a reír nervioso—. No, tú no, me refería a…

—Te peldono Tolli -dijo la menor, pero ella tenía un plan en mente—. Te peldono con una conición.

—Ay una condición, menos mal —suspiró aliviado el azabache, luego recapacitó en sus palabras—. Espera, ¿Cómo que una condición?

La niña se apegó al chico con suéter de dinosaurio sin decir una palabra, solamente se abrazaba a él sin dejarlo marcharse.

—Dejame quedalme con Latol —sus palabras fueron mal entendidas por el mayor.

—______, ya lo hablamos. Raptor no es ningún tipo de mascota como Mike para que quieras "quedarte con él".

La niña resopló, no la habían entendido en lo absoluto.

—No Tolli, eso no. Yo quielo il a casa de Latol —se acercó a su mayor mientras éste se ponía a su altura.

¡¿Una niña?!Where stories live. Discover now