Capítulo 19, no le digas que te ame

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- para nada, me he sentido muy cansado estos días -dijo y rascó su nuca- no siento que estoy en mi máximo potencial, pero hago mi mejor esfuerzo para mantener todo en orden

Asentí con la cabeza, a pesar de que claramente, esa era una duda que llevaría con Isla, para que llegáramos a una conclusión respecto a lo que pasaba con Nam Joon. Por suerte, ella había empezado a ir a mi casa todos los sábados por la tarde así que faltaban horas para que mi princesa hiciera acto de presencia.

- ¿has ido al médico? -pregunté

- no, bueno, fui con el doctor del centro de salud estudiantil, pero no vio nada mal

Me preocupaba la idea de que Nam Joon se podía estar desgastando demasiado entre sus dos carreras e intentar llevar una vida social, pero llevaba algún tiempo haciéndolo y sabía que ya estaba completamente acostumbrado a ello, pero algo a lo que no estaba acostumbrado era a tener compañía, la de una pareja principalmente.

Yo no conocía a Jasmín, a duras penas sabía que él la llamaba "JJ", pero no me había contado demasiado sobre ella y eso, hasta cierto punto, me hacía preguntarme ¿qué tan bueno era no conocer a la pareja de mi amigo antes de que las cosas se volvieran serias? Me lo preguntaba no solo por el hecho de que no conocía a la chica físicamente, sino que nunca había interactuado con ella. Cookie decía que apenas habían hablado un par de veces y si era honesto, eso no me dejaba demasiado tranquilo.

- tal vez necesito dormir un poco -dijo guardando sus cosas en su maleta- voy a casa

Quise detenerlo porque tenía preocupación, pero también sabía que quizás le vendría bien una baño y dormir en su propia cama. Le dije que podía llevarlo a casa, así me quedaría más tranquilo, sabiendo que mi amigo llegó bien.

- no, tranquilo, Isla está viniendo ¿no? No sería bueno que la hagas esperar -dijo

- entonces espera a que Isla llegue y nosotros te vamos a dejar -propuse

En ese tiempo, no entendía por qué tenía esa necesidad tan fuerte de dejar a mi amigo en su casa, de asegurarme que llegara bien y que nada malo le pasara. No entendía por qué esa vez lo vi tan frágil a diferencia de todas las veces que lo dejaba tomar el bus.

Una corazonada, supongo.

- bien -dijo con cansancio

- puedes recostarte en mi cama hasta que llegue Isla, creo que necesitas descansar -propuse y él negó con su cabeza, apoyándola sobre el sofá

- así estoy bien -murmuró

Escuché el celular de Nam Joon vibrar y él lo tomó con una rapidez exagerada, miró las notificaciones y suspiró con frustración.

- ¿quién era?

- Ami

- ¿Ami y tú se escriben?

Asintió con lentitud- desde ese día en que Isla y tú se besaron, nos hemos vuelto algo cercanos

- entonces sabes que la internaron -murmuré y él asintió

- también que está a punto de salir, la he ido a visitar un par de veces, es una amiga muy amable, ha cambiado demasiado

Yo asentí con la cabeza, yo había ido a visitar a Ami todos los días que podía, algunas veces fui con Isla, pero procurábamos no volver obvia nuestra cercanía, ambos habíamos acordado que lo mejor era llevar nuestra relación con serenidad y silencio hasta que las aguas se calmaran y, sobre todo, hasta averiguar completamente si realmente teníamos sentimientos por el otro o si el beso simplemente nos había dejado demasiado conmocionados.

- lo ha hecho -mencioné- y ahora que solo pasa con su hermana parece que la ha ayudado muchísimo a llevar mejor las cosas ¿no?

Un ronquido como respuesta, eso me alivio hasta cierto punto, tenía fe en que el descanso le podría traer paz a mi amigo, aunque fuera poca, eso lo ayudaría de algún modo.

"Yoon Gi" era un mensaje de Michael, lo raro era que me llamaba Yoon Gi y no Min, como siempre hacía "¿cómo va todo?"

Solo dos mensajes, respondí casi de inmediato.

Mensaje enviado.

Pero nunca recibido.

La puerta principal de mi departamento se abrió, dejando ver a Isla quien me regaló una dulce sonrisa y después miró a Nam Joon con sorpresa.

- ¿está bien? -preguntó mientras yo me acercaba a ella para plantar un beso en sus labios

- está cansado, la verdad es que creo que está enfermo -dije con honestidad e Isla asintió

- ¿cómo estuvo tu día gatito? -saludó entregándome una funda que tenía en la mano- te traje frutas y mi mamá nos preparó estofado de carne -explicó y yo lo agradecí

Siempre agradecía esos pequeños gestos donde mi chica llevaba comida para que la compartiéramos durante el almuerzo y después pasáramos horas sin hablar porque teníamos que estudiar. El silencio de mi casa le gustaba para concentrarse, pero lo que más le gustaba era el hecho de que al terminar de estudiar nos recostábamos en mi cama y dormíamos juntos, yo la abrazaba y ella a mí.

En esos momentos, sus pesadillas no la atacaban.

Su preocupaciones desaparecían.

Todo desaparecía, solo existíamos nosotros en ese pequeño espacio del universo.

- Yoon Gi -escuché a Isla despertarme de mi ensoñación, en la que me había sumergido demasiado mientras ordenaba todo lo que ella había comprado- Nam Joon no se despierta -murmuró y yo me alarmé

Empecé a sacudir a mi amigo, pero realmente no respondía, lo llamé muchas veces, incluso grité su nombre.

- tiene pulso y todavía respira -la oí decir lejanamente

Como pudimos, llevamos a Nam Joon hasta el parqueadero, Isla iba junto a él para asegurarse de que siguiera vivo y fuimos directo a un hospital.

No tenía un déjà vu en ese instante, tenía el bendito recuerdo de Ami desmayada en mi auto y nosotros llevándola al hospital, tenía en mi mente toda una tormenta de preguntas, pero ninguna respuesta.

Llegamos al hospital y entró por emergencias, los doctores dijeron que se desmayó por una descompensación, que no había pasado a mayores, pero que debía comer adecuadamente y dormir lo necesario.

Entré a la sala de emergencias y Nam Joon me regaló una sonrisa deteriorada desde su camilla, mi amigo parecía un cadáver.

- lo siento hyung, no debí meterte en esto

Podía no ser mi hermano de sangre, pero era el mejor amigo que cualquier ser humano podría pedir y me partía el alma verlo tan mal, pálido, delgado al punto de que parecía notar sus huesos y con el suero entrando por sus vasos sanguíneos.

- todo está bien Nam Joon -dije- pero come por dios -me quejé y él rio negando con la cabeza

- lo extraño es que sí he comido, pero me siento tan enfermo, como si algo me intoxicara -explicó y yo suspiré negando con la cabeza

Dijeron que lo tendrían en estudio durante el resto del sábado, llamé a su hermana y ella llegó a la velocidad de la luz. Quise llamar a Jasmin porque supuse que también querría saber sobre lo que le había pasado a su novio, pero la operadora decía que el número no existía, incluso le envié un mensaje desde el celular de Nam Joon, pero nunca respondió.

No sé cómo se atrevía a decirle te amo.

No sé cómo se atrevía a decirle que la ame.

El club de los corazones rotos® || MYGOnde histórias criam vida. Descubra agora