—¡Has estado bien, Jeon! —Min le pasó una cerveza y se acomodó en el respaldo de la silla.
—Me aburrí de estar en casa solo; he cerrado grandes heridas, ahora con este nuevo grupo, creo que puedo retomar de nuevo el campo.
—Me alegra escuchar eso, tengo dos o tres cosas que platicarte, aunque no estoy seguro del desenlace.
—¡Cómo está Jimin!
—Está bien; de vez en cuando hace sus berrinches. Ahora está metiendo presión para que lo deje ir a Europa a una gira de danza contemporánea. Sabes lo cansado que es el que no me escuche ni un poco.
—Jimin es un encanto, déjalo que vaya, Min, no seas posesivo; eso le gusta. Recuerda que su embarazo no se ha logrado; debe enfocarse en otros aspectos. De nada te sirve el dinero, la ropa y los viajes si tu esposo se muere de tristeza en casa, ¿cierto?
—¡Tienes razón, Jung! Debería darle su espacio; después de todo, es un uke demasiado mimado y consentido por mí; es mi adoración.
—Sí, sí, sí, un doncel de lo mejor se puede decir. —Esa cabellera rubia le llamó la atención; de repente sus manos picaban, le dio un ataque de ansiedad al ver la espalda de ese joven; se quedó en silencio analizándolo, le había recordado a alguien que detestaba.
—Hablando de adoración y culto a un doncel fino y afeminado; ¿recién te enteraste de quién ingresó a la academia? —Los ojos de Suga siguieron la mirada de Jeon y una sonrisa pequeña pero sincera afloró en sus mejillas.
—¡Qué está haciendo aquí! Porque lo han aceptado.
—No lo sé, Jeon, cuando llegue esta mañana y revise la lista de admitidos, me sorprendí al ver que estaba su nombre.
—No puede estar aquí; quiero que se largue. —Se levantó, pero Suga lo regresó de un tirón; estaba sintiendo furia; eso era lo que sentía; maldita sea la hora en que había aprobado el examen.
—No depende de ti o de mí; él hizo una elección y pasó el examen, tiene tanto derecho como tú y yo cuando ingresamos a la NAVAL; así que guarda la compostura, no querrás que se enteren de que uno de tus cadetes tuvo algo contigo en el pasado.
—No tuvimos nada, ¿me oyes? Ese imbécil tiene que irse ya mismo.
—¿Bajo qué cargos? Ni siquiera se ha dado cuenta de que estás aquí. —Sus ojos se encontraron; pareció que todo ruido y persona desapareció, dejándolos en un completo vacío a ambos. Tae no se volvió ni bajó la cabeza, y Jeon, por otro lado, rompió el vaso de whisky en su mano cuando no pudo más con su frustración.
—¡Pues se lo haré saber ahora mismo!
Tae sintió sus piernas temblar y, como pudo, se incorporó dando una reverencia y prometiendo regresar; salió del comedor volteando para que no lo siguieran y a paso veloz. Atravesó todo el campo hasta los vestidores y regaderas y se adentró mojándose la cara para liberar el exceso de calor que tenía; él sabía que tenía que verlo algún día, esa era la principal razón de que estuviera allí, como militar y no en una universidad prestigiosa estudiando diseño o música. Él iba a demostrarle a Jeon que él también podía ser un hombre de elite; que su trauma pasado no lo iba a dejar inservible ante un arma nuevamente; estar allí era por mucho para darse valor a él mismo y para volver a verlo, aunque Jeon no quisiera saber nada de él.
—¿Qué estás haciendo aquí, Kim Taehyung!? —Se dijo a sí mismo viéndose al espejo, cerró las llaves y caminó a su archivero; apenas estaba por abrirlo cuando un golpe en su hombro lo hizo girar y estamparse de espaldas al guardarropa. El agarre en su hombro no se soltó; por el contrario, ejerció más presión, dejándolo inmóvil contra la fría lámina.
ВЫ ЧИТАЕТЕ
𝓢𝓽𝓪𝔂 𝓐𝓵𝓲𝓿𝓮
Фанфикшн"Después de 12 años te vuelvo a ver; el único vínculo indirecto, nuestro hijo..." Jungkook tenía muchas razones para odiar a Taehyung, pero cuando lo encuentra como su alumno en campo, simplemente pierde la razón, dejándose llevar por aquel sentimie...
1. ፈᏗᎷᎮᎧ ᎷᎥᏝᎥᏖᏗᏒ
Начните с самого начала
