Capítulo 7: Amigos y enemigos

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Lo primero, perdón por haber tardado tanto en subir capítulo, entre el TFM y el trabajo no he tenido mucho tiempo y además, ha sido un capítulo que he reescrito varias veces porque no me terminaba de convencer, pero finalmente estoy contenta con esta versión. 

Espero que os guste :)

-M

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Hades POV

Era ella, la misma chica. Alguien la estaba ocultando con un encantamiento, ahora tenía el cabello más corto, anaranjado y ojos azules, mundanos, muy distintos de los ojos violeta que tenía la primera vez que la vi. Cuando supe dónde trabajaba fui a buscarla, pero todo en su expresión me dio a entender que no me reconocía, era un simple extraño para ella y no sabía por qué. ¿Le habían borrado los recuerdos? Estaba claro que quien hubiera lanzado el encantamiento de ocultación tenía que ser un dios poderoso para lograr que fuera permanente y tendría que haber utilizado casi toda su energía, algo casi demente e imprudente, pues nos volvería vulnerables durante varias horas. Entonces, ¿quién se hubiera arriesgado a tanto? Y, ¿por qué nadie en el Olimpo había oído hablar de ella? Todas mis preguntas me empujaron a perseguirla, averiguar quién era esta mujer en realidad, esta diosa. Y además, la vida en el Inframundo se estaba volviendo aburrida.

Y la vi.

La mancha en su cuello, no es una simple marca de nacimiento es un rastro. Los encantamientos más poderosos dejan rastro, la firma de un dios que indica que solamente aquella persona que ha lanzado el encantamiento puede romperlo. La mancha en forma de rosa que tenía Kore en el cuello era la firma de la misma persona que había ocultado su identidad y muy probablemente la misma que se había esforzado tanto por apartarla del mundo inmortal.

Y sabía perfectamente a quién pertenecía esa firma. La pregunta era ¿por qué lo hizo? Sabía que estaba jugando con fuego al acercarme tanto a ella, especialmente porque no tenía la visión, era incapaz de imaginarse la existencia de algo más que el simple mundo mortal en que ha crecido y con sus poderes bloqueados no era diferente de una simple humana. Sabía que al meterme en su mente estaba cruzando un límite muy grande, pero me sentía incapaz de detenerme, de algún modo irremediablemente su alma atraía a la mía como un imán.

De pronto un fuerte golpe me puso en guardia y cuando supe que venía del apartamento de Kore hizo que llegara casi al instante, no me molesté en llamar sino que abrí la puerta abruptamente y me precipité al interior, sabía que algo andaba muy mal y eso me molestaba. Pero mi ira se intensificó cuando vi a Kore aterrorizada y a Hera en la ventana con una ballesta en la mano. Hera volvió a disparar lo que sabía que no sería la primera saeta, pero agarré la flecha con la mano y se la lancé de vuelta. No somos idiotas ella sabía que esa flecha estaba perdida, incluso una bala lo hubiera estado y yo sabía que la flecha tampoco la alcanzaría, además de que era casi imposible matar a un dios, mucho menos con un arma humana.

Y pese a que Kore no fuera una diosa completa en estos momentos, Hera sabía que esa flecha nunca la hubiera alcanzado, pero su intención, al menos en este momento, no era deshacerse de ella, sino mandarnos un mensaje. Hera nos había declarado la guerra. Primero Zeus la aterrorizó en aquel bar y ahora Hera la atacaba. El por qué de repente esta diosa prácticamente desconocida en el Olimpo e incapaz de utilizar sus poderes era tan importante como para despertar la ira de dos de los dioses más poderosos era incomprensible para mí, pero esta situación ya me estaba empezando a enfurecer.

Yo era el maldito rey de la muerte y nadie jodía con mi chica.

—Mira quién ha aparecido, justo a quien quería ver —Hera entró en el apartamento con elegancia. Su cabello rubio y largo y su sonrisa seductora podía cautivar más de un corazón, pero todo esa apariencia bondadosa era una fachada. Como la rana colorida que invita a tocarla, cuando es ponzoñosa, o la seta preciosa que al comerla causa horribles alucinaciones. Esa era Hera, un simple espejismo.

HadesWhere stories live. Discover now