Problemas | 007

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¿Se acuerdan del boceto que había empezado Juan? Pues lo estaba completando mientras escuchaba música a todo volumen en su habitación.

Normalmente le gustaba escuchar música mientras dibujaba, eso le daba inspiración o aveces una parte en específico de alguna canción le recordaba a un personaje y por diversión lo dibujaba.

De nuevo, Spreen no se encontraba en la habitación. Juan tenía que aceptar que se empezaba a preocupar por el oso, cada día llegaba más tarde a su habitación y por lo tanto en clase le iba demasiado mal, aparte que su humor no era el mejor.
Simplemente quería saber el por qué cada día llegaba más tarde, usualmente dormía unas tres o cuatro horas máximo, eso no era bueno para el.

La puerta de la habitación se abrió de repente, dando la entrada a Spreen, el cual llegó a la mini cocina y agarro un chocolate.

-Oye, ese es mi chocolate, oso - Spreen lo ignoro por completo y se recostó en su cama. -No me importa capo.

-¿Qué no tu ibas a llegar a las cuatro de la mañana?- Dijo burlesco-¿Y a vos que te importa a que hora llego?- Contesto el azabache.

El castaño sólo le dedicó una pequeña mirada fría y centro su concentración en la llamada que acababa de recibir.

Al ver la pantalla de su celular noto que su padre era el que había llamado, no lo habían llamado desde hace unos días asi que gustoso recibió la llamada.

Coloco su celular cerca de su oreja -¡Hola Daddy!- Dichoso expreso.

-Oh, buenas noches Juan, perdona si molestó, pero es serio lo que necesito decirte..-El padre del chico sonaba angustiado con una pizca de tristeza.
-¿Serio?-Juan se levantó de su asiento y sin decir ninguna palabra salió de la habitación.

Al salir del cuarto cerro la puerta para evitar que el azabache escuchara la conversación.

-¿Qué paso papá? -

El "profeta" suspiro -Juan, sabes que mamá estaba enferma, ella tomaba sus medicamentos diariamente y se alimentaba como debía, pero lamentablemente antier en la noche fue hospitaliza y por eso no habíamos podido hablar contigo. Ahora te hablo para decir que ya no tienes que preocuparte por ella, ella ahora está en un lugar mejor, y quiero que sepas que ella te ama mucho y siempre lo hará, pero ahora esta junto con tu hermano descansando...- Finalizo, intentando ser lo más fuerte posible.

Juan sin poder creer intento tomarlo lo mejor posible, sin embargo, era imposible. Sus ojos se se nublaron entre lágrimas, mientras que un sonrojo empezó a invadir su rostro, respiraciones agitadas empezaban y no pudo evitar romper en llanto.

Sin vocabular ninguna palabra colgó la llamada. El pequeño de gafas se apollo en la puerta de su habitación, con un mano cubrió su boca mientras que con la otra agarraba su celular y hacia presión entre este y su pecho. Lagrimas escurridizas bajaban por sus mejillas y sollozos apenas audibles salían de sus labios.

¡Oh! Again! 《Au Spruan》Where stories live. Discover now