𝐌𝐚𝐦á - 𝐒𝐚𝐭𝐳𝐮

𝒟𝒾𝑒𝒸𝒾𝓈𝑒𝒾𝓈

Sana sabía que tenía que volver a casa pronto, quedarse con sus padres para esconderse de Tzuyu no era lo que quería hacer el resto de su vida. Ya habían pasado 2 semanas desde que vino y podía decir que Daiki ya se estaba molestando. se quejó de que quería ver a la tía Momo en persona en lugar de verla por facetime.

Simplemente le molestaba de saber que correría de regreso a Tzuyu. Le molestaba que Daiki la amara tanto solo para que ella se alejara de los dos. Tantas cosas la molestaban y aun así quería obtener una explicación de la mujer. ¿Por qué la guio y se abrió camino en el corazón de Daiki si ya iba a estar con alguien más?

ahora, ella estaba sentada en la mesa de la cocina viendo a Daiki comer fresas preguntándose qué estaba pasando dentro de su cabeza. "Mamá, extraño a Chewy", dijo abruptamente mientras comía la fruta. Yo también, cariño, pensó su corazón, pero no su cabeza. no, su cabeza estaba enojada. su corazón estaba roto por tener que ser reparado por Tzuyu.

Sana le dio una débil sonrisa, pero sintió como si alguien le disparara y le tirara a el corazón. su propio hijo extrañaba a alguien a quien su madre odiaba en ese momento. ¿Cómo se suponía que iba a decirle a un niño de 5 años que no podía volver a ver a una de sus personas favoritas? le destrozó el corazón pensar en ello. su madre le había dado un consejo, pero ¿realmente quería seguirlo? posiblemente. Tal vez.

Su teléfono sonó de nuevo, otro mensaje de texto de Tzuyu, pero no estaba lista para decirle nada. la más joven le había estado enviando mensajes de texto sin parar, incluso llamándola 5 veces seguidas y, sin embargo, Sana no tenía ganas de responder. no cuando podía decir algo irracional y potencialmente perder a Tzuyu para siempre. Sana puso su telefono en silencio bloqueando el ruido.

Daiki terminó sus fresas y se dirigió a ver la televisión con sus abuelos, probablemente algún programa antiguo que veían cuando eran niños. sin embargo, al chico más joven no le importaba, sólo le gustaba estar con sus abuelos. Sana lo siguió y se sentó en el suelo mientras Daiki se arrastraba en su regazo. siempre le gustaba jugar con su cabello viendo la televisión, era su costumbre.

trató de dejar de pensar en Tzuyu, pero no pareció funcionar. se imaginó su linda sonrisa, su cabello castaño, su ropa demasiado cara y su naturaleza cariñosa. Sana quería olvidar todo sobre ella, pero eso parecía imposible porque llenaba su mente.

Daiki comenzó a quedarse dormido en su regazo, la baba comenzó a rodar por sus pequeños labios. Sana lo llevó a su habitación y lo puso debajo de las sábanas. ella misma se sentía cansada tratando de controlar todas sus emociones. el amor era realmente una cosa difícil, pero ¿quién dijo que era fácil? Dejó su teléfono en la mesita de noche y se dirigió al baño para limpiarse la cara. el agua corría y corría, pero sentía que el tiempo se movía lento.

fue cuando el agua dejo de caer cuando sintió que el tiempo se aceleraba; Daiki había respondido un facetime de Tzuyu.

"¡Chewy! ¡Te extraño!" Dijo con una voz somnolienta pero emocionada. Sana se quedó en el baño sin querer ser vista por la mujer al teléfono. se maldijo a sí misma por enseñarle al chico cómo responder un facetime.

"Te extraño tambien Daiki." Sana escuchó la tristeza en su voz, pero solo quería creer que era falsa. "¿Quieres hablar con mamá?" preguntó con emoción cuando Sana sintió que el pánico se apoderaba de ella. no. por favor no vengas aquí.

"Está bien. Mamá está molesta conmigo, así que no creo que deba decirle nada", respondió Tzuyu haciendo a la madre suspirar de alivio. "¿Por qué mamá está molesta contigo?" preguntó como lo haría cualquier niño de su edad. podía escuchar un suspiro proveniente de Tzuyu. como vas a decirle que nos dejaste pensó enojada.

"Rompí algo importante para mamá". escuchar esa frase es, en última instancia, lo que rompió a la rubia. estaba redactado de manera tan perfecta para que tanto Daiki como ella lo entendieran, solo que de diferentes maneras. Sana podía oír la culpa y el dolor en la voz de la escalera. "¡Entonces deberías arreglarlo para que mamá no se enoje más!"

Daiki dijo tan alegremente, pero ni siquiera tenía idea de cuál era el verdadero significado de las palabras de Tzuyu. solo quería poder ver a su mamá feliz y volver a ver a Tzuyu. Fue entonces cuando Sana se dio cuenta de que necesitaba escuchar la verdad de Tzuyu.

Daiki se preocupaba tanto por ella que estaba dispuesta a darlo todo. "Tengo que irme ahora, Daiki. Sé un buen chico, ¿de acuerdo? Adiós". Sana escuchó el final de la llamada y dejó escapar un suspiro de alivio. Fue realmente difícil escuchar la voz de Tzuyu sin querer llorar, pero ella no lo hizo. ni una sola lágrima rodó por su mejilla.

Sana salió del baño y miró a los ojos a su hijo, que tenía un puchero en la cara. supuso que era porque terminó la llamada.

"Creo que es hora de volver a casa bebé".