El hijo de Dragón

Capítulo 5: Demonios

No había más que hacer, comer y dormir, pero Jack tenía otros planes. Ya que Hiccup le había enseñado algo, era su turno de enseñarle otra cosa.

Acompañados del dragón negro, le mostró al vikingo, todas las maravillas de ese que era su mundo. La cueva era un complejo laberinto, lleno de trampas mortales y hermosas habitaciones.

El agua que constantemente corría por algunas paredes se había encargado de crear una muerte segura para cualquiera que cayera en algunos de los tantos agujeros, pero también había hecho milagros en las paredes, creando complicados diseños, similares a las raíces de los árboles.

Muchos insectos habían hecho su hogar ahí, las corrientes de lava que circulaban como venas por toda la montaña, se encargaban de mantener cálido por dentro, creando un perfecto invernadero. Los gusanos luminosos disfrutaban del ambiente, al igual que loa huevos. Jack confiaba en Hiccup lo suficiente como para enseñarle su más preciado tesoro, desde que aprendió caminar que viajaba y adoptaba no solo huevos de Bewilderbeast, sino también otros muchos dragones, Jack tenía un santuario para aquellos que habían perdido a sus madres. En algunas paredes estaba la evidencia de muchos nacimientos.

- Crecen aquí, hasta que pueden volar y luego van a crear familia- dijo Jack acariciando un huevo con mucho amor. - estoy muy pequeños para nacer, falta semana.

Hiccup se acercó al menor para abrazarle con ternura, Jack hacia tanto por los dragones sin esperar nada a cambio, los cuidaba y criaba, se esforzaba tanto por protegerlos. Se parecía un poco a Valka... De alguna forma entendía porque su padre se había enamorado dos veces de ella.

El albino correspondió al abrazo, aun sosteniendo al huevo.

Nunca había sentido esa validez en su pecho, era agradable y muy diferente, se sentía seguros se sentía feliz.

Un leve sonrojo se asomó en sus blancas mejillas y recordó las historias de como se veía una familia, el rubor aumento y se apartó de Hiccup un poco nervioso.

No pudo sostenerle la mirada al mayor, sentía que le quemaba la cara y tenía mariposas en el estómago, nunca había sentido eso y era preocupante. Intento dejar de pensar y se apresuró a regresar el huevo a su lugar.

El tour había terminado y era hora de regresar con los demás.

Esta vez no durmieron todos juntos, Jack seguía muy nervioso y confundido por esos nuevos sentimientos. Jamás había sentido así por un dragón, Hiccup había cambiado por completo su mundo, nunca olvidaría todo lo que había pasado.

Él durmió con sus pequeños dragones, Jack los acomodaba como si fueran almohadas y cuando el Dragón blanco fue hacerles compañía hizo lo mismo, los acomodo como si fueran una misma cosa y acomodo su cabeza sobre ellos. Hiccup nunca podría aburrirse de eso, era muy distinto verlo a hacerlo. Sabía que él dormía de igual forma con chimuelo, pero no creía dar era imagen tan divertida.

Se quedó un rato en silencio, observando a Jack. Aun existían muchas cosas que no entendía, pero sintiéndose de esa forma por Jack, poco importaba todo lo que no sabía de él, podía vivir con eso.

Al rato de quedarse dormido, sintió algo pesado sobre él, al comienzo pensó que podía ignorarlo y continuar durmiendo, pero el peso se volvía mayor y comenzaba a costarle respirar. Lentamente abrió los ojos, era Jack quien le aplastaba. Se notaba que estaba muy, muy cómodo durmiendo sobre su pecho.

- Jack...me eats aplastando...- no fue dicicil mover al menor, pero este despertó y se quedo mirando a Hiccup como si hubiera sido regañado.- Pasa algo malo? -

Jack negó con la cabeza y se acurrucó mejor junto a Hiccup, mirándole fijamente, perdiéndose en sus ojos verdes. Habían tantas cosas que quería decirle y no podía, las palabras humanas eran tantas, nunca terminaría de aprenderlas para expresarse, lo único que podía hacer era mostrarle que lo quería, frotando sube mente su frente con el hombro del mayor, no sabia de que otra forma expresar sus sentimientos. Hiccup era importante.