Capítulo 25: Reflejo

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~ Aneu ~

Doy varios pasos hacia atrás en el instante en que una bestia se apareció en frente de mis ojos, en mi vida, no había visto que Caden se transformarán en un enorme hombre lobo que empieza a destrozar todo lo que tiene a su alrededor; un par de guardias entraron a mi casa queriéndome proteger pero no se dieron cuenta de la magnitud de fuerza que él tiene sobre ellos, porque en el instante de querer golpearlo, se llevaron la sorpresa que con solo un golpe, los dejo paralizados, desmayados y semimuertos.

Caden soltó un feroz gruñido que me erizo la piel, no entendí que sucedió con él; preferí no acercarme porque sabía que obtendría el mismo daño, lo que estoy viendo en frente es una bestia que no tiene consciencia de lo que está haciendo, pero ante la provocación de mis palabras empiezo a encontrarle sentido de su transformación cuando recuerdo que hace un mes, Cian y Kilian comentaron que el lobo del desierto tiene una sola debilidad, y esa es, la pérdida de control emocional.

— ¡Que demonios!

Ambos aparecieron quienes observan como Caden ha destrozado parte de mi casa mientras actúa de una forma animal donde parece que nadie puede detenerlo.

— ¡¿Qué mierda hiciste, Aneu?! —Me acusa Kilian.

No hay tiempo para responder cuando vemos que Caden sale de mi casa por medio de destruyendo una gran parte de la pared para formar un enorme hueco en donde sale corriendo, en esta ocasión, no me quedo en espera a elaborar un plan en mi cabeza, más bien, empiezo a correr detrás de él esperando que no salga del bosque para irse a la ciudad; pero veo como él esquiva varias casas y otros licántropos para adentrarse a lo profundo del lugar; sin embargo entre más intento alcanzarlo se me hace difícil tomar la delantera cuando destruye rocas y árboles que se le atraviesan en su camino.

—Si no lo detenemos, destruirá el bosque —Kilian advierte.

— ¿Cómo podemos detenerlo? —Les pregunto en voz alta.

—No hay forma, está sumergido en sus emociones... —Cian responde.

Kilian lo ve asustado porque sabe el enorme poder que tiene Caden en su cuerpo, y si ahorita esta demostrando otra faceta de él que desconocíamos, no me quiero imaginar lo lejos que llegaría si no lo detenemos ahora mismo. Pienso en un plan para poder aliviar sus emociones, pero en vez se me ocurra algo, me doy cuenta como no deja de gruñir, destruir y correr con toda libertad.

Me lance encima de él queriendo atacarlo, pero escucha mis movimientos de inmediato, su mano rozo mi mejilla sintiendo como esta apenas fue rasguñada; empiezo a pelear con él pero me doy cuenta a que a pesar que estemos en el mismo nivel de ataques, ha aumentado su poder al grado de que sus golpes suelen tener una mayor intensidad como ligereza que apenas descubro cuando están a punto de herirme.

— ¡Caden! ¡Reacciona! ¡Caden!

Le di un golpe en la nariz que lo hizo retroceder un paso, pero en vez de que eso sirva de apoyo para que se detenga, su puño terminó en mi mejilla haciendo que cayera de espalda; Kilian y Cian fueron los siguientes en atacarlo pero parecía ser que ni sus dotes ni habilidades les estaban sirviendo de ayuda para controlar la furia que Caden tiene por dentro. A los minutos, derribo primero a Kilian con un golpe en el estómago en conjunto con un golpe en la espalda que lo hizo caer, me preocupe al escuchar unos crujidos que deseaba que no fueran sus huesos romperse, por lo que yendo hasta él, lo levante para recogerlo y llevarlo fuera de la zona de pelea para ver su estado de salud mientras Cian seguía combatiendo con él.

— ¿Estás bien? —Asintió rápido.

—Me rompió un par de costillas, pero estaré bien... tienes que detenerlo de alguna forma antes que acabe con nosotros. —Apreté los labios.

La Venganza del AlfaWhere stories live. Discover now