Feelings - Camren

Capítulo 31

Debía de admitir que era una imagen bastante linda, Noa intentaba entender todo lo que sucedía mientras que mis papás les daban pequeños besos en su mejilla y decían palabras dulces dejando en claro que ella es parte de la familia, por lo que entendía se presentaban con ella de manera formal causándole una risa contagiosa, Sofía le mostraba algunos juguetes que obviamente le habían traído, de hecho me hubiera sorprendido si no le regalaban algo en su primera visita, pero aunque quisiera seguir viendo eso recordé que Lauren estaba a nada de llegar y el encuentro de mis padres no sería solo de una hora, se quedarían acá hasta que sintieran que fue suficiente y esto significaba un cambio de planes.

Desde el reloj le mandé un mensaje a Lau.

"Hey, lo lamento mucho pero hoy no podremos salir, digamos que surgió algo inesperado que prometo contarte luego."

Lo envié demasiado tarde porque justo cuando iba a cerrar la puerta note que su auto estaba llegando y se bajaba leyendo en mensaje recién enviado, se miraba hermosa, traía un conjunto de shorts y blusa blanca con botones, un rostro confundido y sin saber exactamente que hacer, supongo que no le quedaría de otra más que incluirse a la visita familiar.

Lauren POV:

Hoy había quedado en salir con Camila, de hecho nos repartimos las citas en una manera coherente para que ella le tocará la primera y a mi la segunda, entre el acuerdo estaba que debía de ser una cita poco común, algo nuevo y sorprendente que significará algo para alguna de nosotras, a Camila se le vino la idea justo cuando cocinamos en mi casa, dijo que le había encantado ese momento y que quería que nuestras citas tuvieran ese concepto y yo acepte.

Justo en este momento llegaba a su casa para recogerla a ella y a Noa pero cuando me iba bajando llegó un mensaje a mi teléfono de su autoría diciendo que se cancelaba, la miraba intentando buscar alguna justificación coherente del porqué la cancelo si era su día libre en el restaurante y se supone que no tenía nada que hacer pero la respuesta se aclaró cuando ví otro coche estacionado y escuché ciertas risas provenientes del interior de la casa (por cierto, era una increíble casa, mucho mejor que el hostal en dónde se estaba quedando y lo que más me gustaba de la casa es que significaba estabilidad, se quedaría aquí al menos por un tiempo y no regresaría a atender a su otro restaurante).

Las voces de adentro no se escuchaba como la voz de Dinah ni como de alguien de nuestra edad, era voz madura parecida a la de mis padres y una un poco infantil, lo cual aclaraba que había tres personas dentro, el rostro de Camila me dió la respuesta, dentro de la sala se encontraba su familia.

-¿Nos vemos otro día?

Pregunté dándole esa privacidad que ella merecía y para ser honesta, no estaba lista para conocer a su familia aunque creo que nadie lo está, más bien me encontraba poco preparada para el encuentro.

- ¿Quieres entrar?

Fue muy clara y yo no me encontraba en una posición que estuviera dispuesta a rechazarla, aparte que en la manera en la que estructuró las señas fue demasiado tierno, como si pensará que la rechazaría, por lo mismo no quise hacerla sentir más incómoda y para que no sobre pensará las cosas asentí varias veces con cierta emoción que logré contagiarle, al parecer no era la única nerviosa en todo esto. Tomo mi mano, entrelace nuestros dedos y avance un par de pasos con ella, dispuesta a entrar a su casa me dirigía en dirección a la puerta cuando cierta pesadez me detuvo, Camila dejó de caminar, tal vez se había arrepentido o eso creí pero prácticamente demostró que no estaba arrepentida y me dió un corto beso en los labios, no fueron más de 5 segundos y solo fue contacto pero me conformaba con eso, durante una semana estuve deseando ese tipo de contacto y ahora que lo tenía me sentía completa.

Ese beso me entregó esa seguridad que necesite para entrar al interior de la casa, cuando lo hicimos el nervio se fue y esa acción tenía a una culpable, Noa; se salió de los brazos de sus abuelos y con pequeños pasos cortos, lentos y dos caídas en el proceso llegó hasta a mí, al parecer sí reconoció a su doctora y aunque no lloró con sus abuelos creo que no se sentía cómoda porque no los conocía, en cuanto me vio sintió algo de tranquilidad por ser alguien con la que ya había convivido en varias ocasiones y mientras sus manitas se aferraban a mi pierna me agaché para tomarla en brazos, aunque no lo quisiera no podía evitar pensar en Oscar y esa acción de Noa casi me hace llorar en ese instante solo que la mano de Camila en mi hombro y la de la infante en mi mejilla me hicieron sentir en un estado de paz y seguridad.

- Hola, soy Lauren Jauregui, un gusto - Agregue una pequeña sonrisa nerviosa teniendo a tres miradas con los genes de Camila, bueno, eran 4 miradas contando la de Noa, era impresionante tener a tantos "Cabello" en la misma sala, todos tenían alguna característica de la mujer que me gustaba, creo que tenía más genes de su papá con una ligera combinación de su madre y hermana menor era su copia idéntica solo que en una versión joven, se veía un poco pequeña para su edad creo que nadie adivinará que tenía 18 si no se los decía.

Su madre utilizó la lengua de señas para preguntarle a Camila quien era yo, al parecer asumió que no entendería lo que se refería pero le contesté de la misma manera, con señas.

-Soy la doctora de Noa y estoy saliendo con su hija -Me encargué de que también lo escucharán viniendo de mi voz estando lo más segura y directa posible, quería que quedará claro.

A Camila no le quedó de otra más que asentir, de nuevo tenía sus miradas sobre mí pero ahora demostraban curiosidad en lugar de estar sorprendidos, pensé que todo sería un desastre, no tenía que decirlo de esa manera menos sin saber si Camila ya había salido del clóset

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La primera interacción con mis "posibles" suegros no fue tan espantosa como pensaba, solamente ocurrió lo típico que sucedía en estos encuentros, apenas acababa de pasar la etapa de preguntas en donde parecía que necesitaban saber cualquier pequeño detalle de mi vida.

¿De donde eres?

Sé que eres médica pero ¿En qué estás especializada?

¿Cuántos años tienes?

¿Cuáles son tus intenciones con mi hija?

¿A qué equipo de fútbol le vas?

¿Qué tanto sabes del lenguaje de señas?

¿Cigarros? ¿Drogas? ¿Alcohol?

Creo que en todas conteste de una manera buena porque su padre enseguida me ofreció una shot de tequila que tuve que tomarme aunque sintiera como me quemaba la garganta.

Esto era algo nuevo, nunca tuve que ser así con los padres de David porque en el primer instante me aceptaron y a quien le toco la famosa ronda de preguntas fue a el, no lo aceptaron hasta como la cuarta cita en donde se dieron cuenta que realmente se estaba esforzando para caerles bien, en medio de una broma uno de mis padres le dijo que necesitaban una nuez de la india mega extraña que tardó meses en conseguirla pero al finala se las dio, esa fue la prueba final.

Ahora yo tenía que pasar esa serie de pruebas pero no me quejaba, haría lo posible para hacer sentir cómoda a Camila y ser parte de esa familia.

Lo siguiente que ocurrió fueron las famosas fotos de la morena cuando era toda una niña, pensó que se salvaría pero casualmente su madre tiene los álbumes guardados en su teléfono en dado caso de que en su casa ocurriera algún accidente y desaparecieran.

Agradecía eso porque veía una Camila en miniatura, era la cosa más tierna y adorable que podía mirar, desde pequeña tenía esos ojos marrones profundos que estaba segura que llegó a impresionar a cualquiera. Conforme las fotos avanzaban miraba su crecimiento, de bebé a niña, de niña a adolescentee y de adolesente a adulta, todas las fotos causaban algo en mí pero hubo una que hizo que la mirara desde más cerca notando algo que me parecía familiar.

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Dani 🧡.