Oceanside

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Los días siguientes todos estuvieron entrenando, buscando municiones entre otras cosas para pelear contra los Salvadores.
______ y Carl se fueron a casa antes de que Rick y Michonne volvieran. Tenían que ir a una comunidad que Tara había encontrado los días que se había ido.
Iban con un grupo de personas, entre ellos: Rick, Michonne, Tara, Jesús, Daryl, Gabriel, Enid, Carl, ______ y unos cuantos más.
Caminaban por el bosque guiados por Tara.
Llegaron a un lugar que estaba cerca de la playa. Tara caminó hacia el interior de la comunidad sin que nadie la viera. Tenían un plan: pedirles sus armas para luchar contra los Salvadores.
Habían acordado que si Tara no volvía con la noticia de que Oceanside no ayudaba con municiones en 5 minutos, harían pequeños bombardeos por alrededor y los convencerían para darle las armas solo para pelear.
Al no ver señal de Tara, hicieron explotar el primer explosivo y la gente de la comunidad empezó a correr. Luego vinieron más explosiones, haciendo que la gente se desesperara.
Las personas llegaron al lugar en el que algunos del grupo de Rick se encontraban.

–¡Todos al suelo!– les ordenó ______ mientras salía de su escondite apuntando con su arco.

–¡Manos a la cabeza!– gritó Gabriel.

–Cálmense. No queremos que nadie salga lastimado– habló Carl mientras les apuntaba con su arma– Quédense en el suelo y escúchenme.

–Queremos que esto sea lo más fácil y en paz posible– volvió a hablar la joven Dixon– Depende de todas ustedes.

–Siéntense ahí. En silencio– le habló Daryl a unas mujeres que traían.

–Hicimos mucho ruido– habló Rick llegando– Queremos ser breves, así pueden enviar gente a desviar lo que venga hacia aquí... Tara dijo que sus bosques están bastante despejados, pero no correremos riesgos. Nadie tiene por qué salir herido... Esto es solo por lo que tienen. Lo que necesitamos.

–¡Nadie se llevará nada!– dijo una mujer que venía apuntándole a Tara– Dejen ir a todas. Y váyanse ya mismo. Lárguense, o ella muere.

–Sí, las dejaremos en paz. Pero nos llevaremos sus armas– dijo Rick– Eso no cambiará... Natania, ¿cierto?... Baja el arma... Hablemos de qué podemos cambiar.

–No. Váyanse. Ya mismo– "Natania" no quería ceder.

–Michonne, ¡no!– Tara había visto que Michonne estaba arriba del árbol apuntándole a Natania.

–Solo pedimos que nos dejen en paz– volvió a hablar la mujer.

–Sí, las dejaremos en paz. Pero suéltala ahora– habló Rick otra vez– Si no, las mataremos... Ninguno de nosotros desea eso.

–Piden que enfrentemos a los Salvadores– dijo la chica que estaba atrás de Natania.

Las mujeres de Oceanside se quedaron calladas. Al parecer tenían malos recuerdos sobre ellos.

–Ya intentamos eso. Y perdimos. Demasiado. No perderemos más. Ni nuestras armas. Ni nuestra seguridad. No tras todo lo que hicimos para llegar aquí– dijo la mujer.

–Vamos a vencer– habló Tara, quien todavía estaba siendo apuntada por Natania– Con sus armas, con o sin su ayuda.

–Natania... Baje el arma– le pidió Rick.

–Si me mata, morirá– le dijo Tara a la mujer– Mi gente se llevará las armas y no cambiará nada.

–Quizá deberíamos intentarlo– habló una de las mujeres que estaban arrodilladas. Las demás asintieron.

–Abuela, basta– le habló la chica que venía atrás de Tara y Natania– Se acabó. Habla con ellos.

–¡No se acabó!– la mujer se negó– Ellas olvidaron... Todas olvidaron. Algunas realmente quieren enfrentarlos, ¿después de todo lo ocurrido? Podemos perder nuestras armas. Pero ¿dejar este lugar para ir a luchar? Después de todo, tengo que recordarles. Sí. Voy a hacer esto. Y luego voy a morir. Pero es crucial. Esta es su vida, la de todas. Recuerden cómo es. ¡Recuerden lo que nos hicieron! Tienen que ver esto. ¡Abran los ojos!

–¡Rick! ¡Caminantes!– gritó Michonne desde el árbol.

La nieta de Natania la golpeó en la cara, haciéndola caer al piso, dejando ver a Enid quien le apuntaba con un arma desde atrás a la mujer. Parecía asustada.

Una horda de caminantes se acercó al grupo, los cuales se pusieron en posición para matarlos.

–¡Todas, arriba! Pongan a los niños detrás de nosotros– ordenó Rick– Aquí vienen.

______ se preparó con su arco mientras se unía a la fila horizontal para proteger a los demás y cuando dieron aviso de atacar, ella lanzó una flecha a los caminantes, seguida de otras más.

Cuando ya habían terminado de rematar a todos los muertos, ______ empezó a buscar sus flechas para luego reutilizarlas si era necesario.

Una mujer de Oceanside le dió la mano a Rick, dejando en claro que estaban a mano.

–No– habló Natania mientras se alejaba de la gente– No los enfrentaremos con ustedes. Llévense sus malditas armas y váyanse.

Nadie la detuvo. Simplemente fueron a la armería y sacaron toda la munición que podían. Pusieron las armas en canastos y cajas.
Carl y ______ llevaban una caja juntos mientras caminaban fuera de la comunidad, la cual no tenía muros.

Luego de unos minutos, todo el grupo estaba listo para volver a Alexandria.
Llegaron de noche y Rosita, quien no había ido, abrió la puerta.

Se bajaron, pero no sacaron las armas aún.
______ notó que Rosita estaba algo extraña, así que se acercó a ella.

–Hola, ¿estás bien?– preguntó la chica.

–¿Y Sasha?– Jesús llegó a un lado de ellas.

–Hay alguien aquí– ______ la miró extrañada.

Rick, Michonne, Tara, Daryl y Jesús siguieron a Rosita hasta las celdas de Alexandria.
La joven Dixon se fue a casa junto con Carl y Judith, a quien habían ido a buscar en cuanto llegaron.
Estaba dormida, así que la acostaron en su habitación.
Bajaron a la sala y ______ miró por la ventana, esperando a que Rick, Michonne y Daryl llegaran a casa.

–¿Crees que sea Negan?– preguntó ella al chico.

–No. Si fuese Negan, sus hombres vendrían con él– respondió Carl mientras se sentaba en el sofá a leer un cómic.

–Sí... Tienes razón– ______ se alejó de la ventana y se sentó junto al joven.

Carl la abrazó por los hombros y dejó su cómic de lado. Junto sus cabezas sin mirarla.
______ entrelazó sus dedos mientras se acomodaba.

–¿Quieres hacer algo mañana?– preguntó él.

–¿Qué cosa?

–No lo sé... Podríamos tener un día para nosotros. Hace mucho que no tenemos uno– ahora sí la miró.

–Sí, ¿por qué no?– la chica sonrió y lo besó.

–Cómo te amo, ______ Dixon...– dijo Carl luego de separarse.

–Yo también te amo, Carl Grimes– ellas se volvió a acomodar en él y se quedaron así hasta que Rick, Daryl y Michonne llegaron a casa.
























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I miss herWhere stories live. Discover now