Al otro día, Daryl, Hershel y Rick tenían que salir para "negociar" con el Gobernador.
Todos en la prisión estaban algo preocupados ya que sabían que el Gobernador no era un hombre de negocios.
–¿Tienes hambre, ______?– le preguntó Carol.
–Sí, algo.
–Bien, te serviré algo. ¿Quieres preguntarle a Carl si comerá también?– la niña asintió con la cabeza.
–¿Dónde está?
–Debe estar en su celda– ______ salió del pabellón para subir a donde se encontraba la celda de Carl. Ahí estaba él. Leyendo un cómic.
–Hola, Carl– se sentó en la cama– ¿Lo encontraste en el pueblo?
–Sí. ¿Quieres leerlo conmigo?– dejo de leer para ver a su amiga.
–Pero no quiero leérmelo a medias– se negó la niña.
–No tengo problema en leérmelo otra vez– sonrió él y ella aceptó.
–Oye– le llamó– Carol pregunta si quieres comer algo.
–Está bien– cerró el cómic y se paró para bajar junto a su mejor amiga.
–Está listo, niños– ellos se sentaron y empezaron a comer.
–Oh, cierto. Se me había olvidado dártelo cuando llegamos– Carl sacó las ligas para el cabello de su bolsillo del pantalón– Encontré solo 4. No habían más.
–Muchas gracias, Carl– las recibió y le sonrió mostrando agradecimiento. En seguida se amarró en cabello.
–Ahora que los tengo aquí conmigo– se acercó Carol y se sentó– ¿A dónde fueron esa noche? La noche que desaparecieron como por 3 horas.
–Amm... Fuimos al pueblo que está cerca. No al que fueron Rick, Michonne y Carl. Otro– le respondió la niña.
–¿Tan tarde? ¿Por qué?
–Le quería dar una sorpresa a ______ y se nos pasó la hora– habló esta vez él.
–Ahh... Cuando yo tenía su edad, salía con un niño muy lindo. Me daba muchas rosas– les contó la mujer.
–¿Qué pasó con él?–preguntó la niña.
–Nos casamos, tuvimos una hija...– Carol hablaba algo triste.
–Qué romántico– dijo ______.
–No lo fue hasta que él se empezó a comportar como un imbécil. Pero por suerte un caminante se lo comió– dijo con alegría. Carl había conocido a Ed. Pero le daba mucha pena recordar a Sophia.
–Eso fue un giro impredecible– se sorprendió la niña– ¿Qué pasó con la niña?
–Fue mordida por un caminante también... Se llamaba Sophia– a Carol se le salió una lágrima.
–¿La conocías?– le preguntó a su mejor amigo.
–Era mi amiga. Llegamos a la granja buscándola. Digo... Me dispararon y me llevaron a la granja. Pero si no hubiésemos estado buscando a Sophia quizá tú y yo no nos hubiésemos conocido– le explicó Carl.
–¿Era linda?– preguntó mirando a la mujer.
–Era preciosa– suspiró– Yo creo que ustedes se hubiesen llevado muy bien.
–Me hubiese gustado conocerla. Lo siento tanto, Carol...– la niña posó su mano sobre la de la mujer y ella le sonrió devuelta.
–No te preocupes, cariño. Todos hemos pasado por algo así. Es parte de nosotros y nos hizo crecer como personas.
