Ocho

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— Hey, Hyejoo. ¿Todo bien?

Haseul se sentó a su lado en el intento de cama que tenía, le sonreía un poco y mantenía sus hombros levemente encorvados. Lo entendía perfectamente, ella también estaba en proceso de poder entenderlo y aceptarlo.

— Creo que yo debería hacerte esa pregunta.

La mayor suspiró recargando su cuerpo levemente contra el suyo, Hyejoo dejó que lo hiciera mientras daba pequeñas caricias su espalda, tenía muy en claro que lo necesitaba. Haseul era como una madre para todos ellos, siempre estaba ahí para darles una mano cuando la necesitaban, se aseguraba de que todos estuvieran bien en cuestiones de salud y no había día en que no recibieran los buenos días de su parte. Ellos la tenían a ella siempre, pero ¿a quién tenía Haseul?

— Creo que ni siquiera sé cómo estoy, es un golpe bastante duro— murmuró jugando con sus manos.

— Lo entiendo, aún no puedo aceptarlo, es simplemente imposible.

Uno de los mejores cadetes de su tropa había sido enviado con el Rey. Había pasado un largo rato desde entonces, y en ese momento realmente nadie sabía si él seguía con vida.

— Yo no puedo aceptarlo, sé que lo inculparon. — Haseul miró a su alrededor asegurándose de bajar considerablemente la voz y mantener la conversación entre ellas—. El traidor sigue aquí.

¿De qué hablas? — cuestionó rápidamente inclinándose un poco hacia ella—. ¿Cómo sabes eso? Encontraron los documentos entre sus cosas, todos lo vimos.

Haseul mordió su labio y dudando un poco la arrastro hasta una esquina del lugar, donde escuchar su conversación fuera aún más difícil que antes. Tomó aire, la observó a los ojos y asintió.

— Eso no estaba ahí, Hyejoo.

La mencionada frunció el ceño sintiendo por primera vez duda ante sus palabras, pero la mirada de la mayor la hizo bajar totalmente sus defensas. Haseul era probablemente una de las personas en quien más confiaba dentro de la tropa, darle una oportunidad de explicar estaría bien.

— ¿Me explicas, por favor?

La mayor asintió sintiendo una paz apoderarse de ella cuando la duda abandonó los ojos de la menor, porque necesitaba de verdad a alguien a su lado, y para desgracia de Hyejoo, confiaba plenamente en ella.

— Su herida se abrió un poco esta mañana, y yo fui con él a la enfermería para coserla nuevamente. — Comenzó a relatar siendo cautelosa con las pocas personas que continuaban despiertas, sus ojos pasando por cada rostro—. Estuvo en reposo todo el día en la enfermería, yo estuve ahí. No hay forma alguna de que tomara esos papeles, no salió de la camilla en todo el día.

— ¿Estás segura de esto, Haseul? Pudo tomarlos antes. Además, es una suposición muy complicada.

Hyejoo estaba entrando en una pequeña crisis, porque de verdad confiaba totalmente en la mayor, pero lo que le estaba contando sonaba tan descabellado que realmente le aterraba un poco. Pensó en absolutamente todos los escenarios posibles comenzando a aceptar que realmente los habían traicionado, y ahora que llegaba Haseul a contarle eso, todas sus ideas habían sido borradas.

— Estoy más segura de lo que he estado en toda mi vida. — Aseguró llevando su mano izquierda hacia su pecho.

La menor mordió su labio inferior analizando a la mayor, pasando su mirada por todo su ser intentando notar el más mínimo sigo de mentira o engaño en ella, pero eso no pasó. Haseul solamente expresaba sinceridad, y no pudo evitar creer en cada palabra.

¿Era ingenua por eso? Probablemente un poco.

— Bien, te creo— murmuró notando como Haseul se relajaba inmediatamente — Pero ¿qué se supone que hagamos ahora? ¿Hablamos con el instructor?

The Forgotten Kingdom 《♧》HyewonWhere stories live. Discover now