I

70 45 4
                                    

17 de agosto.

Rhinestone eyes — Gorillaz.
.
.
.
Las voces que me rodean eran lejanas, simples murmullos a mi alrededor. Ya tendríamos que entrar a clases pero por alguna razón todavía estamos en el pequeño campus, sentados formando un círculo.

El Frío se estaba empezando a hacer presente. La brisa era suave pero un poco ruidosa para mí gusto.

Sería muy hipócrita para mí decir que no me he preocupado.

Ella es de las pocas personas que puedo asegurar un interés. No romántico o algo parecido, un interés amistoso, uno especial. Es mí amiga, mi mejor amiga.

Estuvimos juntos cuando conoció a su primer amor, cuando entramos al equipo de atletismo. Estuve cuando ella dió su primer beso, estuvimos juntos en la fiesta donde dije a los cuatro vientos mi abierta sexualidad. Ella siempre fue mi soporte y yo su sustento, éramos los mejores amigos.

—¡Hey!, Te estoy hablando Adam. Presta atención...

Nunca me ha agradado su tono de voz, sin Kayla aquí se cree la reina del lugar.

Ella es como una naranja. Por fuera se ve bonita y colorida pero mientras más te hundes te das cuenta de su ácido sabor, aveces tiene un balance pero definitivamente hoy no era ese día.

—Perdon, tenía la cabeza en otro lado, ¿Qué me decías, Samantha?

Por su manera de verme se muy bien que me está insultando pero no sé atreve a decirlo. Eso es lo que menos me importa, un simple detalle llama mi atención.

Su mano. No su mano, más bien donde está posada su mano.

A su lado está ese chico del cuál no recuerdo su nombre, es novio de Kayla y por su mirada perdida y sus grandes ojeras se puede ver que no la esta pasando Muy bien. No hemos sabido nada de ella, ya intentamos comunicarnos con ella y no daba señales, sus padres aunque no viven en el país también intentaron y al no obtener Respuesta se alarmaron. Yo mismo me encargué de hablar con ellos para decirles lo que sabíamos y que íbamos a ir a la policía.

Un suspiro salió de sus labios, Perdido en sus pensamientos, tanto es así que una mano está posada en su pierna y el no le presta la más mínima atención.

Un pequeño flashback viene a mí mente.

"... Quiero que se sienta aceptada, es nueva aquí. No tiene amigos y tampoco hermanos.

—¿No crees que es rara la forma en que te mira? Parece desear tú vida, no creo que sea buena idea... Hey, no me mires así. Sólo digo la verdad, no es adoración; es envidia en su estado más puro.

Aveces creo exageras, Adam..."

No me equivoqué pero Kayla Sí.

—Dejen de exagerar. Probablemente está por ahí, con aires de superioridad o en las playas de florida –su vista seguía en su libro, no se inmutó con su comentario–.

—No creo, ella no es de ese tipo de persona que se va sin avisar.

Erick... ¿No lo he presentado? Bueno, nos conocemos desde pequeños pero no fue hasta el primer año de secundaria que nos empezamos a dirigir la palabra. A simple vista parece alguien normal pero sólo basta con estar 1 minuto cerca de él para darte cuenta la clase de persona que es.

Su indiferencia es mortal y su odió injustificado es notable.

No sé que le habrá pasado a Kayla pero voy a encontrarla. Tan sólo han pasado dos días y no se sabe nada de ella, hoy en la tarde vamos a la comisaría, para reportar a alguien desaparecida tienen que transcurrir 48 horas.

Memorias Divertidas de Adam Heffling ©Where stories live. Discover now