boom! ; south park.

❪ OO8 ❜❜ oh! we start again. ੭ 💥 ⁾⁾



→˚₊· 𝐁𝐎𝐎𝐌! ┈【💥】੭*
⭐ ₊·CHAPTER EIGHT·₊ ⭐
┊🍄┊❝ Oh! We start again. ❞┊🍄┊



POV: Beatrice de Miranda.

Llegamos finalmente a la casa, habíamos aceptado la idea de Kenny de irnos en el cuatrimoto, fue incómodo de cojones pero terminamos en la casa más rápido de lo que pensé.

Me sentía nerviosa, ¿Mateo habrá llegado ya a casa? Las luces del departamento estaban apagadas, posiblemente todos estaban dormidos y mañana empezaríamos a pelear o me esperaban con las luces apagadas para matarme sin que tuviera tiempo de saber quién fue.

Las dos opciones eran totalmente válidas.

Valentina me veía ansiosa, ella también tiene miedo de lo que pueda pasar. Pero a ella no le castigarían por lo que pasó en la fiesta porque para mamá y papá, esto sería culpa mía.

En parte tienen razón, pero el castigo merecido para Mateo también me lo llevaré yo.

Es injusto, lo sé. Pero así funciona.

Mi único pecado fue nacer quince segundos antes.

Gire la perilla de la puerta intentando no hacer ruido y con la poca luz del pasillo pude ver a mi padre sentado en el sofá y cruzado de brazos esperando a que llegáramos. Pasé rápido y Val me siguió, cerrando la puerta detrás de ella.

─ Tienes suerte de que tu madre no se despertara. ─ Dijo mi papá con un tono autoritario, yo solo bajé mi cabeza y miré al piso avergonzada. Mi hermana sollozaba un poco, tenía miedo y no la juzgo, yo también. ─ Conversaremos de esto mañana. ─ Se levantó y me vio de reojo. ─ Espero una buena excusa de tu parte, Beatrice.

Luego el se perdió en la oscuridad de la sala, se fue, pero mañana entonces ¿qué sería de mí?

─ Por lo menos nos dió tiempo para que mañana podamos explicar-

─ No, Val. ─ Interrumpí. ─ Tú no tienes que explicar nada. Yo tendré que lidiar con este problema mañana. ─ La miré y ella tenía una expresión de angustia. ─ Mejor ve a disculparte con tú hermano. No debiste decirle eso. ─ Valentina iba a protestar pero yo me fuí a paso rápido para mi cuarto.

Mañana, quizás, tenga una oportunidad de explicarme.

Estaba soñando una vaina espectacular.

Empezaba como el típico sueño de "apocalipsis zombie con compañeros" pero Rihanna estaba con nosotros y luego nos caímos en el infierno.

Estuve a nada de besarme con un tipo cornudo que ni conozco pero me despertó el sonido de una olla reventándose contra el piso.

─ No jodan. ─ Murmuré mientras me sentaba en la cama con un dolor tremendo en todo el cuerpo y con la vista fija en un zapato.

Estaba cargando los chunks.

Después de unos minutos me levanté y salí a ver cuál fue el escándalo y vi a todo mi núcleo familiar ahí -un gentío-.

"Verga, se me había olvidado." Me di un zape en la frente porque soy pendeja y me senté en el mueble al lado de uno de mis hermanitos.

─ Bueno, hija. ─ Mi papá habló irónico. ─ Últimamente eres una maldita suertuda porque no me cabe en la cabeza que tengas tanta suerte de que tu mamá se haya ido y no te vaya a joder ella.

─ ¿Me alegro?

─ Deberías... ─ Dijo el niño a mi lado, Marco, mi hermanito de confianza y mi chismoso más personal.

─ Cállese, Marco. Esto es peo de gente grande. ─ Papá lo miró con una cara de culo fantástica y luego se dió cuenta de que había un gentío en la sala. ─ ¿¡Y qué hacen aquí!? ¡Sale pa' allá pues! ─ Los niños salieron murmurando quien sabe que no sin antes que Marco viniera a susurrarme un "me cuentas la vaina".

"Maldito chismoso." Pensé con una sonrisa orgullosa, ese niño aprendió de mi.

─ Bueno pues ustedes tres me tienen algo que decir, ¿no? ─ Él hombre se cruzó de brazos y nos vio a los tres uno por uno.

─ Mateo empezó. ─ Rápidamente me saqué la culpa de encima.

─ Nahuevona si tú fuiste la que me pegó. ─ Dijo como si fuera la víctima del caso.

─ Marico me dejaste la cara toda morada, ¿No te jode?

─ No jodas, Mateo. Casi la matas primero. ─ Valentina saltó a defenderme. ─ Además te peleaste con otro loco también.

─ Tu no te metas, sapa hija de puta. ─ Escupió enojado. ─ Y ni te atrevas a hablarme.

─ No le digas hija de puta a tu hermana, pajuo. ─ Vi como mi papá le encestó tremendo zape en la nuca. ─ Recuerda que ambos tienen la misma madre.

─ Me sabe a mierda. ─ Recibió otro golpe. ─ ¡Auch!

─ Papá, cualquier cosa yo solo me defendía. ─ Él se volvió hacia a mí con una mirada inexpresiva.

─ ¿Quién dijo que te podías defender? ─ Habló como si fuera lo más obvio. ─ Eres la hermana mayor, tu deber es ser el ejemplo. ─ Se cruzó de brazos. ─ Te dije que esperaba una buena excusa, me saliste con la misma de siempre.

─ ¿¡Hermana mayor!? ¡Nacimos al mismo puto tiempo!

─ Naciste primero y te aguantas. ─ Sentenció con un tono autoritario. ─ A la próxima les juro que no salen de la casa hasta que se muera Lila Morillo.

─ Verga, papá. Esa vieja es inmortal.

─ ¿Por qué crees que lo digo?

─ Coño pero, ¿Qué hacemos aquí entonces? ─ Preguntó Mateo irritado. ─ Ellas son las que se meten en la vida de uno.

─ Mateo que ahora seas un hombre no significa que tengas derecho a jodernos la vida a nosotras por ser mujeres. ─ Valentina recibió una mirada cortante por parte de Mateo y mi padre.

Aquí vamos de nuevo...

─ Valentina no le digas eso a tu hermano.

─ ¡Ahora cree que tiene el derecho de golpearnos cuando él más que nadie debería defendernos! ─ Ella alzó la voz. ─ ¡De nosotras vino y por nosotras está!

─ ¡Valentina, cállate! ─ Gritó finalmente papá haciendo que el silencio reinara en la sala, Mateo sollozaba por lo bajo y yo no quería ver a ninguna de las personas que estaba en la sala.

Esto es mi culpa.

No debí pegarle a mi hermano porque gracias a eso estamos aquí.

─ Váyanse para el cuarto. Espero que estén contentos con lo que está pasando ahora.

Créeme, papá. Estoy de todo menos contenta.