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Gong Yingxian bajó un poco la cabeza, se inclinó y los olió: —Están calientes.
—Prueba esta carne con papas, esta no está caliente.
Gong Yingxian tomó un trozo de carne, lo lamió tentativamente con la punta de la lengua y luego se lo comió.
Ren Yi sonrió y dijo: —¿Alguna vez pensaste que para superar el miedo al fuego, podías empezar comiendo comida caliente?
—El psiquiatra lo sugirió —dijo Gong Yingxian—. Pero no creo que importe lo que comes.
—¿Porqué no importa? Si no comes comida caliente es porque odias las altas temperaturas o inconscientemente piensas que se cocinan con fuego, ¿cierto?
Gong Yingxian no habló.
—Superar el miedo con las cosas relacionadas con el fuego te ayudará a superar mejor el miedo al fuego en sí. No hay ningún problema con esta lógica.
Gong Yingxian resopló: —Estás trabajando muy duro para que coma lo que cocinaste.
Ren Yi se rió y dijo: —Quiero que pruebes más comida deliciosa del mundo. Algunas cosas son calientes y deliciosas, como este plato de sopa.
Gong Yingxian miró la sopa de melón de invierno y vaciló.
—¿Qué tal si me das un poco de cara y lo pruebas? No te quemará.
Gong Yingxian inclinó el plato de sopa y tosió levemente: —Ya que hoy soy un invitado en tu casa, te daré un poco de cara.
—Vamos, vamos —Ren Yi miró expectante a Gong Yingxian.
Gong Yingxian levantó con elegancia el cuenco, lo removió con una cuchara y luego sopló suavemente, con la esperanza de enfriarlo rápidamente.
Ren Yi no pudo evitar pensar en Miaomiao. A veces la carne cocida estaba caliente después de salir de la olla, y Miaomiao se agachaba junto al tazón y esperaba obedientemente a que se enfriara. Gong Yingxian era como Miaomiao esperando a que la carne se enfriara. Pensó: Aquí, no puedo evitar reírme.
Gong Yingxian lo miró fijamente.
Ren Yi extendió las manos.
Gong Yingxian tomó una cucharada de sopa, respiró hondo, se la llevó a los labios y la bebió con cuidado.
—¿Cómo está? —preguntó Ren Yi emocionado.
Gong Yingxian quedó atónito por un momento: —Está, está bien —no podía recordar la última vez que comió algo tan caliente. Tras el accidente de su familia, fue enviado a Estados Unidos. Bajo la influencia de su aversión a las altas temperaturas y a la cultura gastronómica occidental, ya no comía nada caliente. Incluso había olvidado el sabor de una fragante sopa caliente... Tan buena.
