Capítulo 031

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—¿Dr. Gong? —preguntó Ren Yi con ansiedad—. ¿Te encuentras bien?

Quería darse la vuelta, pero los brazos de Gong Yingxian lo sujetaban con fuerza, cada temblor de su piel lo sorprendía.

La respiración rápida de Gong Yingxian golpeó el cuello de Ren Yi, su cuerpo estaba congelado e incapaz de moverse, sólo el temblor incontrolable demostró que su corazón aún latía.

Su piel, sus huesos, su sangre y sus recuerdos revivieron la sensación de estar cerca de las llamas, como una espada lamiendo su garganta, como una flecha rozando su oreja, como un demonio al que le falta un hombro. Abrazó a Ren Yi como si fuera una pajita que le salvara la vida. Habían pasado dieciocho años. Nunca había experimentado la temperatura del cuerpo humano, lo que podría darle tal sensación de seguridad en las pesadillas.

No podía soltarlo, tenía miedo de que si lo soltaba, caería al abismo de fuego y se convertiría en cenizas.

Ren Yi respiró hondo y dijo suavemente:
—Dr. Gong, está bien, estamos lejos del fuego y el fuego no puede lastimarlo.

Gong Yingxian se quedó en silencio.

—Créeme, mientras esté aquí, el fuego no puede hacerte daño —Ren Yi acarició suavemente el brazo de Gong Yingxian—. Puedes dejarme ir, no me iré, me quedaré contigo.

Como bombero, él había visto a innumerables víctimas confíar en ellos en momentos de crisis. Gong Yingxian también es una víctima. Aunque no era el fuego, los brazos que lo sostenían eran muy fuertes, pero él sabía que esa fuerza era para cubrir su alma vulnerable en ese momento.

La restricción de Gong Yingxian finalmente se aflojó, y Ren Yi aprovechó la oportunidad para darse la vuelta. Miró las pupilas dilatadas, la tez pálida y el sudor profuso de Gong Yingxian, y supo que su condición actual era muy mala y que estaba sufriendo un ataque severo de trastorno de estrés postraumático. En ocasiones podía inducir infarto de miocardio y perturbación o trastornos de la memoria, y requerían la ayuda de un médico profesional.

Gong Yingxian pudo caminar hacia las ruinas de la escena del fuego y apagar el fuego con un extintor. Debió haber pasado por un tratamiento a largo plazo y tuvo cierta resistencia. Pero por sí mismo, caminó directamente hacia la fuente del fuego. Al pensar en ésto, el corazón de Ren Yi se apretó.

Abrazó a Gong Yingxian con la espalda, le acarició el cabello y dijo suavemente en voz baja:
—No tengas miedo, no tengas miedo, está bien.

La conciencia de Gong Yingxian todavía estaba ansiosa y aturdida, y su cuerpo todavía estaba rígido y tembloroso, pero la voz en su oído y el toque en su cuerpo lo calmaron en silencio como una suave llovizna.

Una mancha negra apareció frente a sus ojos, una pequeña mancha negra. Se esforzó por verlo con claridad, por lo que su enfoque comenzó a regresar lentamente. Finalmente, vió claramente que era un lunar en la nariz de Ren Yi.

Las ardientes llamas rojas del fondo abrazaban sus fuertes pero suaves brazos, y un lunar en el alto puente de su nariz.

Como si una ráfaga de viento se llevara el polvo de mi memoria, imágenes viejas y amarillentas surgieron en mi mente una tras otra, esas escenas y esa persona me parecían familiares.

¿Quién era? ¿Por qué no podía recordar?

A lo lejos llegaban a mis oídos las sirenas de los camiones de bomberos y de las ambulancias.

Ren Yi exhaló un suspiro de alivio.

Debido a la rápida llegada de los camiones de bomberos, el automóvil en llamas fue apagado sin provocar accidentes más grandes, como explosiones.

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