Capitulo 5: Y resulta que al final del cuento el idiota enamorado soy yo

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La dulce sonrisa que antes adornaba el divertido rostro de Mariana, desapareció por 2 largas semanas, durante ese tiempo no aparecí ante ella como usualmente solía hacerlo, la vigilaba seguido, pero ya no trataba de conquistarla como antes, el duro golpe que recibió su corazón al enterarse de que la persona de la cual había estado enamorada por un largo tiempo se había enamorado de otra que no fuera ella, turbó mucho de la personalidad alegre y desentendida que mi chica deportista poseía.

Seguía con su vida cotidiana, pero yo notaba algo diferente. La luz que usualmente se alojaba en sus ojos no había aparecido desde nuestro encuentro con Chris y Lyndsis, además su sonrisa ya no era tan sincera.

—Por cuanto tiempo piensas seguirme— me sorprendió, sacándome completamente de mis pensamientos.

—No estoy siguiéndote, da la casualidad de que voy por el mismo camino que el tuyo, no te hagas la importante.

— No intentes disfrazar el acoso con preocupación.

—¿Por qué todos piensan que te estoy acosando?

—Porque lo haces. Estar siempre al pendiente de hacia dónde voy, y vigilar a escondidas es acosar ¿te doy una noticia importante? No es romántico, es intimidante.

—No descargues toda tu frustración en mi linda, yo no tengo la culpa de tu amor no correspondido— me pase, estoy seguro que me pase de la raya.

Su rostro se volteo con violencia, molesta por cómo había decido responder.

—Los hombres como tu nunca aceptan cuando hacen mal. Pregunta a medio mundo, lo que tu vez como preocupación romántica es solo un comportamiento retorcido, me gustarías más si fueras menos...

—Menos que

—Olvídalo.

—No, dímelo. ¿Como se supone que aprenda lo que esta mal si no me lo haces ver? Corrígeme cuando algo te incomode sobre mí. Hazme saber cuando hago algo mal, lo único que quiero es acercarme a ti en buenos términos.

Al escucharme decir aquello, su rostro se relajó y mostro una sonrisa que antes no había visto cuando se trataba de mí. Lentamente sus labios se curvearon tratando de decir una palabra que le era difícil de pronunciar frente mío. Mi corazón latió desbocadamente al ver como sus facciones se relajaban en mi presencia.

—Tus comportamientos son machistas. ¿Cómo te sentirías si alguien se la pasara persiguiéndote y vigilándote a cada momento, sin saber que intenciones tiene? Cuándo imaginas y lo sientes hacia tu persona ¿sigue siendo romántico?

—Oh

—Exacto ¿podrías dejar de hacerlo?

—No me daba cuenta de lo mal que se percibía eso.

—Es porque nunca te diste el tiempo de pensar en cómo me sentiría yo, solo te enfocabas en ti y tus sentimientos.

—Gracias por hacérmelo notar—un poco de desilusión pincho dentro de mí, esperaba que al menos se diera cuenta que mis intensiones eran buenas.

—Mi intención no es dañarte, quiero que lo sepas.

—¿Enserio? Señor apuesto a que la enamoro en 2 meses— alzó sus cejas, echándome en cara toda la situación de la apuesta.

Me quede inmóvil unos cuantos segundos sin saber cómo responder a aquello. Lo único que podía hacer era admitir mis errores, supongo que no me haría daño, por ahora.

—Entonces... ¿podemos ser amigos?

—Es tu día de suerte.

—Siempre he sido muy afortunado— contente con un sonrisita de medio lado— la verdad no me sorprende.

—No esperaba que tomaras también mi critica, muchos hombres sueles ser renuentes a eso, nunca admiten sus malos comportamientos ¿sabes? no eres tan engreído como pensaba.

—Y puedo sorprenderte aun más... si quisieras darme la oportunidad, claro.

—Te la daré, entonces ¿caminas conmigo hoy?

Solo pude sonreír en respuesta a su pregunta, todo indicaba que ya estaba bien, no se había recuperado del todo, pero al menos ya estaba sonriendo como antes y un punto a mi favor era que ya me había acercado aunque fuera un poco a ella.

—¿Y...me acompañas? — volvió a preguntar.

—Será en otra ocasión, tengo que irme directo a casa.

—Como quieras— se encogió de hombros—nos vemos luego.

Vi como se alejaba de mi, y un fuerte sentimiento revoloteo dentro mío, algo extraño... bueno, es decir, no suelo ser la clase de persona que se preocupa por los demás y menos por alguien que apenas conozco, de ser solo por la apuesta, esta situación la habría aprovechado al máximo, pero ahora eso me traía sin cuidado, el resultado de aquella estúpida apuesta me tenia sin cuidado y es que antes no quería pensarlo o más bien no quería aceptarlo.

Simplemente no soportaba verla tan mal, verla llorar me entristecía. Sería capaz de buscar al causante de su llanto y dejarlo que consolase a la chica frente a m, y no me atrevería a decir una sola palabra, me quedaría callado mientras alguien más, aquel del que está enamorada, la arrebatase de mis brazos porque ahora era diferente, había movido algo en mi al conocerla.

La apuesta con mis amigos había sido enamorarla en 2 meses, había terminado el primer mes ¿y quien resulto enamorado en tan corto tiempo?... fui yo.

De verdad soy patético.

Y pensar que antes me jactaba de ser inmune a este sentimiento, mientras que lentamente había crecido sin siquiera percatarme de ello. ¿Cuándo fue que empecé a quererla?

¡Como si haciéndome el tonto llegara algún lado! lo sabía perfectamente. Aquel momento en el cual nos cruzamos en ese largo pasillo escolar, fue el inicio de todo.

Like A Bad Cliché (Somos un mal cliché)Where stories live. Discover now