PERFECTAMENTE IMPERFECTO

CAPÍTULO 1

...

Daban las 6:38 am en el reloj de esa habitación, arreglando los últimos detalles de su uniforme se preparó para irse, tomando su mochila con su celular fue rumbo a la salida de su casa, ingresando al auto soltó un fuerte suspiro, abrazo su mochila y con su cabeza abajo cerró los ojos quedando en silencio.

El sonido de la puerta del conductor lo hizo abrir los ojos, levantando la cabeza sin voltear a ver a su acompañante e intentó calmar su corazón acelerado.

-¿Estás listo?

Preguntó la voz de al lado suyo.

Asintió sin ganas de hablar, tenía tantos nervios al ser una nueva etapa de su vida, su acompañante solo lo miro en silencio por unos segundos, después se acomodó en su asiento, indicando que se ponga su cinturón de seguridad y el tambien se lo colocara, encendiendo el auto dio camino a su destino.

No estaba muy lejos su paradero, en unos minutos lograron llegar, al ser el auto estacionado cerca de la entrada el miedo llegó con más ganas, ver a todas esas personas entrando, otros bajando de sus vehículos y otros llegaron caminando, todos al mismo objetivo y vestidos de ese color en particular.

Al verlo tan nervioso y sin intención de bajar del auto le dijo.

-Todo estará bien, ya baja o se te hará tarde.

Quitándole el seguro a su puerta, dando una indirecta para que bajara ya.

Sin muchas ganas respiro profundo, agarrando con fuerza su mochila abrió la puerta y salió del auto, el frío viento de la mañana le golpeó la cara causando un escalofrío, era muy temprano para su gusto y eso solo provoca más odio a ese día.

Camino a la puerta que le quedaba a unos metros del auto, entrando vio una fila de personas enseñando su credencial para entrar, el tomo la suya que colgaba de su cuello, la apretó y fue a formarse en aquella fila, llegó su turno y mostró su credencial, accediendo sin problema.

Primer obstáculo: Completado.

Camino a dentro de la escuela tratando de ubicarse, viendo el papel que guardó horas atrás donde anotó que salón le tocaba, intentó avanzar.

En un momento no supo dónde fue a parar, hasta que en su extravío vio el salón que le correspondía, camino hacia el, lo vio con la puerta cerrada, con el nerviosismo apoderándose de él otra vez, respiró hondo, conto hasta 10 y toco la puerta sin pensarlo tanto.

-Adelante.

Se escuchó al otro lado de la puerta, apretando una de sus manos con fuerza, abriendo la puerta lo primero que vio fue muchas miradas sobre él, incluyendo la de su profesora, se quedó helado en la puerta incapaz de poder moverse.

-Hola, Buenos días.

Dijo una mujer con pelo corto y una sonrisa agradable, era su profesora sin duda al ser la única mayor.

-Puedes pasar, siéntate donde gustes.

Extendió su mano señalando los asientos, apenas captando lo que le dijo reaccionó rápido y se sentó en el primer asiento que vio, estaba ubicado en la primera fila en una esquina, al ya dejar su mochila a lado suyo, soltó todo el aire que retuvo y comenzó a tronarse los dedos para distraerse.

Sin intenciones de voltear a ver a su compañeros al sentir que lo verían todos, se mantuvo en silencio , intentando calmar el nerviosismo por décima vez.

En el transcurso de los minutos fueron llegando más alumnos, intentando no tomarles importancia sacó su libreta y su lapicero.

Hasta que por casualidad volteo a ver la puerta y se topó con una persona.