-buenos días señora Ottinger -hable a la señora la cual solo me sonrió- muy buenos días príncipe heredero..

Le hable al pequeño con mucho respeto mientras me inclinaba ante él, este solo rio y bajo de la silla donde estaba hasta correr a mi y abrazarme.

-su madre solicita verlo ahora.. -mencione feliz-
-¡vamos con mi madre la reina! -dijo emocionado-
-claro príncipe.. -murmure separando al pequeño de mi-

El pequeño corrió a la salida de su cuarto y continuó su camino a el palacio de su madre, dando saltitos y preguntándome algunas cosas..

Luego de lo pareció media hora llegamos con su madre quien ya no se encontraba en su cuarto sino en el jardín de el palacio.

Al llegar a este vi a mis otras dos amigas, ambas damas de compañía de la reina, paradas esperando por el príncipe.

-su majestad la reina, e traído al príncipe heredero -dije en voz baja-
-sí, puedes ir con las otras dos -hablo de forma fría-

Camine hasta mis compañeras hasta quedarme a su lado a observar a la reina y al príncipe..

Esta lo cargo y sentó en su regazo, le hablaba de manera suave y cariñosa, era su madre después de todo..

Pasamos una hora ahí, esperando pasientemente a que ambos desayunara, luego la reina fue a su oficina..

En el camino todo era plática entre las damas de compañía, algunas preguntando por un posible pretendiente o por el matrimonio de la mayor.

-¿por qué mandaste a encerrar a dos sirvientas? -cuestionó la reina-
-porque no estaban cumpliendo sus labores y por exparsir falsos rumores, su majestad la reina -hable de forma firme y neutral como pocas veces lo hago-
-bueno, cuando entre a mi oficina solo quiero que entre usted a decirme cuales son -agregó de forma neutral-
-claro que si su majestad -murmure tranquila-

Cuando llegamos al despacho entre tras la reina, pidiendo a mis compañeras un poco de té para la reina y sus comunes dolores de cabeza en las mañanas.

-bien.. -comentó ella sentándose- ¿Cuáles son los rumores?
-son sobre que ested es homosexual.. -murmure de forma miedosa, mirando al suelo- también qué usted impide que yo me case..
-Eso es estúpido.. -comentó ella- bien, te casaré con el hombre más rico y de estatus de el reino.
-¡Pero reina! -exclame levantando la mirada del suelo- ¡No quiero casarme, prometí cuidar de usted y el príncipe heredero hasta mis últimos días!

Ella solo me miró de forma sería, solo para suavisarla un segundo después dejando un rostro triste..

-enid.. Sabes que tienes que hacerlo.. -murmuró cansada y triste- sabes que nunca podremos ser algo, esta prohibido por la iglesia y además la gente está comenzado a sospechar.. No quiero que arruines tu vida por mi.. Menos cuando no pude proteger nuestro amor de juventud. Solo soy la reina sin corazón.. Ve me igual que ellos.. Ve me sin amor, ve me como todos con rencor y asco..

Las lágrimas caían por mis ojos, odiaba esto, odiaba como tenia que casarme con alguien sin amor, solo para mantener mi imagen..

Pero si era por mi reina lo aceptaré, pero no negare qué me duele que me pida que la vea asi..

Simplemente no puedo, yo si se que ella tiene un corazón, uno bondadoso y enorme, pues gracias a ella hay muchos orfanatos remodelados o ayuda para muchos plebeyos.

-no me pidas eso mi reina.. -murmure con la voz entrecortada- aceptaré el matrimonio pero por favor.. No me pidas que te vea con odio.. Por que solo te veré con amor.. Por que yo se que no eres una reina sin corazón.. Yo siempre daré mi vida por ti o tu hijo... Espero en la otra vida ser hombre y poder pasar mi vida contigo merlina.. Aun cuando me case te seguiré poniendo aun por encima de mi vida.. Por que en si, tu eres mi vida.. Por que te amo y siempre lo haré.

oneshot weinclair Where stories live. Discover now