O tal vez solo es un idiota, sea lo que sea, está felíz de sentir su interés. La expresión de los tres chicos se suaviza y parecen pensarlo, pero al final todos miran a Soobin.

—Sabemos que ustedes igual arriesgarían mucho si nos guardan el secreto, justo por eso prometemos ser cuidadosos—añade Yeonjun.

El líder lo piensa unos segundos más, Beomgyu comienza a sentir culpa por poner a los chicos en ésta situación, pero desea tanto ésto que solo puede rezar por una respuesta positiva.

—Deben ser extremadamente cuidadosos—les dice finalmente, haciéndo enfasis en "extremadamente."

—Y también profesionales—añade Taehyun.

La sonrisa de ambos chicos se ilumina y se abrazan entre ellos para luego asentir y agradecer efusivamente a sus amigos, recibiendo tres sonrisas orgullosas.

—Lo prometemos—les dice Beomgyu ambos.

—No puedo creer que mi shipp sea real—grita Kai con emoción.

Los chicos están grabando las tomas individuales para su próximo video musical, Beomgyu y Yeonjun fueron los primeros en filmar, ahora solo esperan a sus compañeros.

En realidad, Yeonjun le pidió al director que ellos fuesen los primeros en pasar, pues quería tener un momento a solas con Beomgyu mientras los chicos graban.

Una vez que el director le dijo que se podía retirar del set, volvió de inmediato a los camerinos y se topó con Beomgyu a punto de dormirse en el sofá.

—Hey...—se acerca a él—¿tienes sueño?—se percata un segundo después de lo absurdo de su pregunta.

—Un poco, creo que nos dormimos muy tarde anoche—ríe tímidamente.

Beomgyu hace uso de todo el valor de su ser para hacer contacto visual con Yeonjun; justo como lo supuso, se sonroja de inmediato al recibir una sonrisa coqueta de su parte.

—Los chicos aún tardarán un rato—toma su muñeca—vamos por bocadillos.

Beomgyu asiente, deja que Yeonjun lo guíe por los pasillos del edificio hasta la vieja máquina expendedora, el mayor se ofrece a comprarle lo que quiera y obviamente aprovecha ésto.

Cuando ya no cabían mas snacks en sus brazos, continuaron con su camino. Mas bien, Yeonjun lo guió hasta un lugar en específico, mientras Beomgyu devora todo lo que le compró.

Dieron un recorrido por todo el lujoso edificio, topandose a algunos colegas que saludaron amablemente, pero el menor sigue sin entender a dónde se supone que van.

Como penúltima parada, se subieron al elevador, el cual los llevó hasta el último piso, Beomgyu mira con confusión al mayor y éste le indica que lo siga.

Finalmente llegan a su destino, Yeonjun abre una puerta que los lleva a la azotea del edificio, siendo recibidos de inmediato por la fría ventisca de ésta noche.

Sin darse cuenta, deja caer un par de snacks y envolturas al suelo, está demasiado encantado con éste lugar como para percatarse de eso, el mayor las recoge por él.

Beomgyu mira completamente impresionado hacia el cielo; las estrellas están más brillantes que nunca y hacen que sus grandes ojos bonitos se iluminen, Yeonjun sonríe ante ésto.

—Ven acá—le indica con la cabeza que lo siga.

Beomgyu lo hace y llegan hasta una pequeña estructura un poco antes del borde cercado del edificio, se sientan cómodamente allí, como si fuese una banca del parque.

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