Después de perder a las personas que más atesoraba, un hombre hace un trato.
Años más tarde, SeungCheol vive su vida como un actor rico y exitoso. Pero, ¿qué va a hacer con dos personas de las que parece que no puede escapar y sueños que parecen cad...
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SeungCheol se sentó bajo el chorro de agua de la ducha. La manivela giró completamente hacia el lado azul, volviendo el líquido tan helado como lo permitía el diseño.
Esperaba que de alguna manera la temperatura gélida pudiera adormecerlo lo suficiente como para olvidar. Olvidar todo lo que lo aterrorizaba cuando cerraba los ojos.
Seungcheol pensó que, dado que había dejado casi por completo su medicación, los sueños se detendrían. Pero no lo hicieron. Oh, no. Ellos jodidamente aumentaron.
Más vívido de lo que jamás podría imaginar.
Cada vez que se desplomaba, ellos estaban allí, esperándolo como una especie de monstruo, esperando la oportunidad perfecta para atacar a su presa.
JeongHan y JiSoo, o al menos cómo los retrataba la fantasía en su subconsciente. Cariñosos, honestos y respetuosos, pero nunca dejaban de hacer bromas en el momento adecuado.
No eran tan diferentes en la vida real ahora como lo eran antes. Después de hacer las paces, surgieron sus personalidades reales, pero incluso entonces los príncipes en sus sueños y los príncipes en la realidad todavía tenían una clara división.
Había pensado que verlos en sus sueños era una forma de autocastigo por involucrarse en una pelea insignificante. Pero ahora era obvio que estaba equivocado. No sabía por qué seguían reapareciendo en sus sueños.
Todo lo que sabía era que esto lo asustaba.
Lo hizo temeroso de esta cosa que no podía controlar. No puede negar que sus sueños eran placenteros, que no eran ni de cerca pesadillas, pero aun así eran extraños. Aunque él, JeongHan y JiSoo eran amigos, no eran tan cercanos como los representaba en su mente.
Fue inquietante. Tanto es así que SeungCheol comenzó a tratar de evitar tener sueños. Buscó en Internet remedios y rituales extraños, recurriendo a estas supersticiones en las que nunca creyó para encontrar una solución.
Pero no había nada, y todavía no podía escapar de sus sueños que aparecían cada vez que sus ojos se cerraban.
Entonces SeungCheol comenzó a evitar dormir por completo. Funcionó, pero le costó mucho.
Como actor, se acostumbró a variar los horarios de sueño en los que dormía a horas y lugares extraños. En muchos de esos escenarios, durmió lo mínimo.
Para alguien como él, que no tenía suficientes horas para empezar, privarse de aún más solo arruinaba las cosas.
Porque ahora está exhausto, y ni siquiera el agua helada podría despertarlo más.
-"¡Choi SeungCheol!"-. Exclamó la voz de pánico de JiHoon, pero ni siquiera el sonido de su mejor amigo lo desconcertó. -"¡Hyung, qué carajo!"-.
Lo siguiente que supo fue que el agua se cerró y lo estaban sacando de la ducha. En el momento en que JiHoon se lo llevó, extrañó la sensación del frío, pero SeungCheol no luchó contra él. Se dejó arrastrar y envolver en una toalla esponjosa.
