AVISO: QUE TENGA POCAS O NINGUNA VISITA NO SIGNIFICA QUE LA HISTORIA SEA MALA, SINO QUE POCA GENTE LA HA DESCUBIERTO.
Anakin Skywalker, un joven jedi elegido por la fuerza, es entrenado para convertirse en maestro jedi.
Layra Shilter, una joven esc...
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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐅𝐎𝐔𝐑𝐓𝐘 𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓
𝙧𝙚𝙪𝙣𝙞𝙙𝙖𝙨
Solté las bolsas que llevaba en las manos para poder tener un poco más de movilidad. Luke y Leia descansaban en mis brazos, lo cual ya me impedía bastante hacer algo en mi pequeño rango de movimiento, pero después de un rato luchando, al fin fui capaz de llamar a la puerta de la casa en la que me encontraba a punto de entrar. Espere unos segundos a que me abrieran la puerta, moviéndome de un lado a otro muy nerviosa; llevábamos meses sin vernos y ya ni siquiera sabía si vivía en el mismo lugar en el que recordaba, pero mis ganas de reencontrarnos eran tan grandes que no me importaba. Cuando escuché pasos acercándose a mí y el crujido de la puerta al abrirse, sonreí con mayor amplitud que en toda mi vida.
Sin si quiera darle tiempo de margen a asimilar nada, entre a la casa casi corriendo para poder dejar a Luke y a Leia en el sofá del salón y así poder abalanzarme a los brazos de aquella persona a la que tanto quería y a la que tanto había echado de menos en todo este tiempo.
-¡Por todos los dioses, Layra! - chillo Pasme cuando salte a abrazarla y ambas casi caemos al suelo por la inercia - Dios mío, no me lo creo.
-Te he echado tantísimo de menos - dije a punto de llorar y negándome a apartarme de aquel tan ansiado abrazo -
-Yo si que te he echado de menos - dijo mi mejor amiga alegre. Después de unos segundos y muy a mi pesar, ambas nos separamos, solo para poder mirarnos con unas amplias sonrisas - ¿Que haces aquí?
-Llevaba demasiado tiempo sin ver a mi mejor amiga. Además, Luke y Leia ya empezaban a extrañar a su tía favorita. - le expliqué con una sonrisa -
Me acerqué de nuevo al sofá en el cual había posado a mis hijos segundos antes para poder abrazar a Padme. En esos momentos agradecía que mis niños fueran tan calmados que podía dejarlos solos unos minutos en algún sofá. Luke y Leia empezaron a sonreír y a reírse en mis brazos cuando les cogí y les acerque a su tía Padme, como solía llamarla cuando estaba en su presencia.
-¡Pero si son mis sobrinos favoritos! - exclamó la castaña al cogerlos en brazos. Padme empezó a abrazarlos y a dejar un rastro de pequeños besos en sus caras, logrando que ambos riesen de manera alegre - ¡Madre mía, cuanto habéis crecido! La última vez que os vi erais unos bebés.
-No digas eso, lo siguen siendo - me queje bromeando, aún viendo cómo mis hijos sonreían al máximo con la simple presencia de su tía -
-Bueno, siempre te quedará vivir en negación - ella me siguió la broma. Le pegue un pequeño empujón en el brazo causando que ella riese - Ven, siéntate. Justo estaba preparando café, ¿quieres? - señaló la mesa mientras que yo asentía. Si hubiera llegado a ser otra persona, le hubiera dicho que no por las molestias, pero Padme y yo habíamos pasado por tanto juntas que ya sabía hasta cuándo estaba mintiendo. -
