AVISO: QUE TENGA POCAS O NINGUNA VISITA NO SIGNIFICA QUE LA HISTORIA SEA MALA, SINO QUE POCA GENTE LA HA DESCUBIERTO.
Anakin Skywalker, un joven jedi elegido por la fuerza, es entrenado para convertirse en maestro jedi.
Layra Shilter, una joven esc...
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𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐅𝐎𝐔𝐑𝐓𝐘 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄
𝙘𝙤𝙡𝙖𝙥𝙨𝙤 𝙢𝙚𝙣𝙩𝙖𝙡
Anakin y yo nos dirigimos hacia donde el niño nos había indicado. En el camino, el chico y yo habíamos entablado una cálida y agradable conversación. Se me hacía bastante extraño hablar con el de manera normal después de saber todo lo que había hecho, teniendo en cuenta que seguramente había hecho muchas otras cosas que no me había contado, y que probablemente nunca sabría. Pero, como persona no rencorosa que soy, decidí hacer como si nada hubiera pasado, como si no estuviera a punto de divorciarme de el, y como si aún después de todo por lo que habíamos pasado, no le siguiera amando.
-Eh, Lay - me llamó al ver que me iba por la dirección contraria - Es por ahí.
Me di la vuelta, siguiendo a Anakin e intentando que no se notase lo confundida que estaba por el apodo por el cual me acababa de llamar. Mientras que el iba andando a paso ligero delante mía, yo iba haciendo caras de confusión para mí misma, intentando comprender de donde salía el nuevo nombre. ¿Lay? Jamás me había llamado así. "Layra" si, "amor" si, pero "Lay" nunca. De alguna manera u otra, que me llamase por ese repentino apodo hizo que mi estómago cosquilleara con alegría.
Continuamos el camino por las ajetreadas calles de Ciudad Libre hasta que nos encontramos de frente con una pequeña tienda cerrada que encajaba perfectamente con la descripción que el niño nos había dado momentos atrás. Aunque la chapa de la ventanilla de atención al cliente estaba echada, no dude en tocar varias veces con los nudillos, hasta que alguien abrió con expresión exasperada.
-Estamos cerrados - dijo de malas maneras un Klatooinian, mirándonos con cara sería a Anakin y a mí -
-Disculpe, pero veníamos buscando un sitio donde vender estos Banthas - dije, intentando hablar lo más calmadamente posible -
-Una pena, porque como ya le he dicho, estamos cerrados.
-Por favor, señor, llevamos caminando días para buscar un local donde venderlos - le supliqué, logrando que el hombre me mirara con burla y pena fingida -
-No me cuentes tus penas, niña, ve a buscar otro sitio - dijo con seriedad -
El Klatooinian tuvo intención de volver a cerrar la chapa en mi cara, pero de la nada Anakin la sujetó, volviéndola a abrir y dejando al hombre bastante confundido, y quizá algo molesto.
-Vamos, amigo, el único que sale ganando si nos ayudas, eres tú. Tendrás dos Banthas más, bien preparados los cuales vender al doble de precio por el que nos los vas a comprar. - empezó a decir Anakin - La gente de Tatooine necesita bastante transporte estos días, y más teniendo en cuenta que la época de sequía comienza en unas semanas. La gente pagará muchos créditos por cualquier tipo de transporte, y más si son dos Banthas jóvenes y bien equipados como estos.
