Capitulo 9

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✨POR FIN✨

Portia observaba a Penelope desde el otro lado de la mesa mientras que las tres cenaban. Y Penelope no podía sentirse más incómoda por ello.

- Madre que te pasa -preguntó ella- No me quitas la mirada de encima.

- Es que no apruebo la clase de vestidos que estás utilizando ahora, son demasiado…

- Yo tengo la palabra -dijo Felicity- Elegantes madre. Son elegantes.

- ¡Van a pensar que está triste! -exclamó Portia- Sin embargo con los vestidos que yo escogía te veías aceptable.

- Parecía un girasol intentando atraer a una abeja, no me digas que eso no es absurdo -dijo ya enfadada Penelope.

- Da igual, el caso es que un hombre se ha interesado por tí -dijo antes de beber de su copa.

- ¿Y que tiene que ver?

- Que voy a arreglarlo todo para que en unas pocas semanas os caséis.

Penelope se levantó de golpe de la mesa provocando que tanto Portia como su hermana como los criados que había para atenderlas se asustaran- Ni en tus mejores sueños madre. No pienso dejar que decidas con quien o con quien no puedo casarme -replicó indignada.

- No pienso discutir ésto contigo Penelope, aquí no tienes ni voz ni voto -volvió Portia a decir.

- ¿¡Como que no tengo nada que decir!? -dijo Penelope poniéndose roja de furia e impotencia.

- A falta de un Lord Featherington yo soy quien toma las decisiones.

- Pero eso no es cierto -dijo Felicity- Si no hay un señor en la casa, la decisión la debe tomar el varón más cercano que tengamos.

- ¿Acaso lo tenemos? -dijo Portia riendo- Por favor no me seáis ridículas.

- Si que lo tenemos, de hecho lo tenemos enfrente nuestra -dijo Felicity- El vizconde Bridgerton.

Penelope miró a su hermana como si fuera su salvadora ¿Cómo no había caído ella en un recurso tan fácil como ese para deshacerse de su madre?

- A decir verdad me quitaría de un problema muy gordo -dijo Portia mirando a su propia hija ¿Como era capaz de tratarla así de mal?- De acuerdo. Mañana en la mañana iré a hablar con el vizconde para ver si acepta la propuesta. Pero sino jovencita…te casarás en un mes.

Penelope salió como alma que llevaba el diablo hacia su habitación y tras cruzar las puertas de la misma las cerró con fuerza y se dejó caer en la cama. En aquel momento odiaba a su madre ¿Era mala hija por odiar a su propia madre?

Se tomó un respiro para pensar pero cuando volvió a la realidad y miró el reloj de pared se dio cuenta de que Colin ya se encontraba abajo esperando a que ella entrara en la biblioteca. Se cambió de ropa corriendo y bajó por las escaleras intentando que no se viera su ansia.

- Varley necesito que me dejes las llaves de la biblioteca otra vez, me gustaría leer antes de dormir.

- ¿Sabes qué? Quedatelas -dijo entregandoselas- Nadie de esta casa las utiliza salvo tú. No creo que las echen de menos.

Pegó un salto de alegría para sus adentros y tras entregárselas fue derecha a la biblioteca. Se acercó muy sutilmente sin encender todavía ninguna vela hasta que escuchó como Colin tocaba el cristal.

- ¿Qué estabas haciendo? Casi me muero congelado ahí fuera.

- No seas un exagerado -dijo tomándolo del brazo.Colin sintió como un chasquido por dentro al tocarle Penelope el brazo. Cuando mostraba preocupación por alguien se veía estúpidamente adorable - Vale estás helado, espera aquí.

6 de Abril de 1812Donde viven las historias. Descúbrelo ahora