XIII

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Por otro lado, estaba Bright, teniendo una lucha interna entre lo que debe sentir y lo que no, entre lo que debe permitir y lo que debe frenar, pero todo se desvanecía cuando al abrir los ojos, estaba ese chico frente a él, ese chico que le estaba haciendo latir de nuevo ese corazón que por mucho tiempo había mantenido encerrado, lo había mantenido hermético evitando que alguien lo pudiera encontrar, pero de pronto había llegado a su vida Win, de pronto todos su ideales respecto al amor se estaban viendo cuestionados, ¿Acaso era un castigo?, ¿Acaso la vida se estaba burlando de él al mandarle a este sumiso?
¿Qué es lo que ahora se supone debe hacer?


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Había pasado una semana teniendo relaciones con Win, no tan salvaje como lo había hecho esa noche donde lo castigó, pronto los besos se hicieron partícipes en cada encuentro y Bright podía jurar que esos labios eran una especie de droga, no podía evitar ser tentado por ellos, de besarlos, chuparlos e incluso morderlos, escuchar a su sumiso en esos exquisitos gemidos, siempre lo hacían llegar al éxtasis, ¿Que había hecho Win con su vida? ¿Qué desastre le había ocasionado en todos sus ideales?

Se hacía estás preguntas mientras embestía con fuerza el interior de Win, se fundía en él, su miembro era absorbido por esa entrada que lo recibía con satisfacción. El rostro de Win era un poema, uno que le mostraba nuevas estrofas cada que estaba en esta situación con él, un poema que podía interpretar a la perfección, que comprendía cada línea y que ya para ese punto se sabía de memoria.

Sus manos le recorrían la espalda como si trazara ese poema en su piel, Win estaba logrando entrar en su alma y estaba seguro que estaba acercándose a su corazón.

Abrió un poco más las piernas de Win y bajó por completo su pecho hasta tocar el de él, sus frentes quedaron unidas y volvió a unir sus labios con los de ese chico, sus manos se aferraban a las caderas de Win y amagaban los movimientos que él hacía en cada embestida. Sentía el ahogo de los gemidos perderse en su boca, le exitaba tanto ser el causante del desastre que era Win cuando tenían sexo, había dejado pasar mucho tiempo tratando de alejarse de su sumiso, pero no podía seguir engañandose, su cuerpo le pedí a gritos estar con Win.

—S-si.. más, más fuerte… —las tiernas súplicas de su sumiso lo volvían loco. Aún cuando el sexo ha sido rudo, no ha dejado que la satisfacción sea solo de él, no entendía en que punto había permitido que la satisfacción de Win fuera su prioridad, le cumplía todo lo que pedía cuando estaban en su intimidad, lo besaba cada que Win se lo pedía, lo tomaba de la manera en que Win exigia, porque si, poco a poco iba pasando de pedirlo a exigirlo.

Bright sabía que estaba jodido, sabía que estaba doblegandose ante este hermoso hombre y lo que más le asustaba es que lo estaba permitiendo.
Ambos llegaron al éxtasis, dejando que sus esencias salieran de sus cuerpos, el interior de Win era llenado por la esencia caliente de Bright, lo satisfacía y le permitía fundirse en todo ese calor, estaba fuera de su, su cerebro no le permitía tener algún pensamiento razonable, él sin duda amaba tener encima de su cuerpo a su amo, amaba satisfacerlo, saber que lo necesitaba, o al menos eso quería creer.

SR. CHIVA-AREE  [BrightWin]Where stories live. Discover now