SR. CHIVA-AREE [BrightWin]

IX

Pov. Bright

—Ya no te amo Bright, entiéndelo. —Su voz era sumamente dura, sus ojos habían perdido ese brillo. No entendía porque él se portaba así.

—No puedes decirme eso, ¡he hecho todo por ti! —La furia que sentía justo en ese momento no se comparaba con la incredulidad que tenía, sabía que había algo más, algo que no estaba siendo aclarado por completo.

—¿Qué?, ¿Acaso no puedo rechazar al gran Bright Chiva-aree?

En otras circunstancias, para mí no habría sido problema, es decir personas van, personas vienen, había perdido la cuenta de mis encuentro sexuales con amantes de una sola noche, pero con él había encontrado algo más -O eso es lo que creía-, incluso me había permitido abrirse solo un poco y dejarlo pasar a mi corazón, de entregarle mis sentimientos.

—Eres una jodida puta, ¿Lo sabías?, Eres una mierda.. —Un golpe seco dejó caer sobre la mejilla derecha, jamás en su vida lo había golpeado, pero el enojo lo estaba cegando. —¿Que, encontraste a otro que te follara? —Los golpes seguían, incluso teniéndolo en el suelo tendido, no escuchaba más que mis golpes sobre la piel ya rojiza de quien se encontraba debajo de mi.

No fui consciente de cuánto tiempo pasó, hasta que sentí como otros brazos ajenos me alejaban de ese cuerpo innmovil. Mis puños estaban ensangrentados, escuchaba el eco de la voz de mi asistente, Nani tenía sus ojos llenos de asombro y dudas, no me pregunto el porqué ya que no le correspondía, simplemente me detuvo de seguir a algo más.

Salí de la habitación y me dirigí a la mía, sentía que me faltaba el aire, enojo, frustración, rabia, eran los sentimientos que en ese momento tenía, comencé a arrojar todo, todo lo que me encontraba a mi paso, ¿Por que?, era la constante pregunta, ¿Porque él dijo eso?.

La misma pesadilla seguía reproduciéndose una y otra vez, cada noche en la penumbra de su habitación, justo en el momento en el que la madrugada se volvía más oscura y solo la luna podía iluminar parte de su habitación. Bright no ha podido dejar atrás ese fatal día, ese en el que por poco se convierte en asesino, ese en el que la persona que él amaba le había traicionado y jugado con sus sentimientos.

Bright había prometido que jamás en lo que quedaba de su vida, volvería a enamorarse, encerró a su corazón y no se permitió volver a sentir algo más que algo sexual.

—No... no..

Su frente y su pecho estaban empapados en un sudor frío, esta vez Bright no lograba despertar de esa pesadilla, su voz era jadeante y desesperada, pero por la hora que es su ama de llaves descansa en su propia habitación y Nani ni siquiera está en la mansión.