Capítulo 10: Aprendiz en Forest

Börja om från början
                                    

—¿Qué cree que pienso?

—Vanyan nos pasó vuestros expedientes. Tienes la transformación definitiva de un elemental. Eso quiere decir que posees un equilibrio total sobre cuerpo, mente y alma. O sea, que tu magia está estabilizada y en equilibrio contigo. Eso es fascinante.

—Ya. Aún no entiendo eso.

—Es la segunda transformación. No todos la poseen, y no es algo que necesariamente tenga que ocurrir para tener un buen control de tu magia. Pero en un elemental es algo importante porque te conecta del todo con tu elemento. Es difícil de explicar, y de entender. —Brandon parecía intrigado y algo confuso—. ¿Te preocupa eso?

—Creo que todo elemental se preocupa por eso. Usted lo ha dicho, cuanto más grande es el poder, más afecta a tu mente.

—Tienes dieciocho años, ¿cierto?

—Sí.

—Y eres un elemental con un control casi total de tu magia. A mí eso me parece de ser muy estable.

—No me conoce. —Brandon habló con total honestidad y gentileza.

—¿Alguien lo hace realmente? Se puede saber mucho de una persona por los pequeños detalles a primera vista, si sabes verlo bien. Claro que todo superficial, por supuesto.

—¿Y qué ve de mí?

—Eres un chico formal. Demasiado. Tienes miedo, más de lo que dejas ver. Tu corazón es muy dulce... y puede que ya tenga dueño.

Brandon se sonrojó.

—¿Qué?

—Vistes con tonos muy claros, elegante y pulcro. Hasta tu bandolera es blanca, pero llevas en ella un lazo de purpurina morado. No parece mucho tu estilo. Y hasta donde sé eres hijo único, o sea que no creo que sea de un hermano o hermana. Por tu estilo supongo que tus padres no son tan ostentosos. Y dudo que pertenezca a tu amigo, tampoco se ve de su rollo. Claro que, ¿quién sabe? Pero intuyo que es de alguien especial, porque estás como un tomate. ¿Me equivoco?

Brandon abrió la boca para hablar, pero se trabó al intentarlo, bastante avergonzado.

—La bandolera fue un regalo. El lazo es... como un recordatorio.

—¿De qué?

—De que debo ser yo mismo.

Norris sonrió.

—Me gustan las preguntas —cambió de tema—. La curiosidad me parece la base del conocimiento. Y no hay nada que yo ame más que eso. Así que, ¿por qué no comenzamos a trabajar?

Brandon sonrió y asintió, entusiasmado. Tenía muchas ganas de empezar.


Beck se reunió en el bosque con Milory, cuando llegó a la zona en la que se encontraba, este ya estaba allí.

—Un minuto tarde —le reprocho el elfo—. Le diré a Scaters que mañana te despierte antes.

—Así llegaré aún más dormido.

—Me da igual. A las siete te quiero aquí, listo para entrenar. No acepto réplicas, ni quejas, y si te llamó o te ordeno hacer algo debes obedecerme. ¿Entendido?

—Sí, señor.

—Excelente.

De repente, Milory le disparó, tirándolo al suelo.

—¡¿Pero qué hace?!

—Levanta. —Le disparó de nuevo. Beck tosió, adolorido—. Levántate y defiéndete, chico.

La magia de Avalon: Mestiza [Libro 2]Där berättelser lever. Upptäck nu