03 - Just fucking run

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No sabía exactamente cómo había llegado a aquella situación, pero por alguna razón estaba frente a frente con Alejandra, con el orgullo bajando por su garganta, quería aguantarlo y no tragarselo, pero sentía que le ardía. Estaba jodidamente nerviosa. No quería aceptar, para nada iba a hacerlo.

Bueno, quizá sí.

Alejandra vestía una chaqueta de cuero color café y unos pantalones negros. Sostenía en su mano un casco, la punta de uno de sus pies apoyaba el recargador de la motocicleta y con otra de sus manos libres apoyaba el acelerador, haciendo rugir en un ahogado grito su preciosa black bird negra.

—¿Que dices, eh?— Alejandra mantenía su mirada en aquellos ojos que tanto le encantaban.

En cambio Joss se ponía cada vez más nerviosa al escuchar rugir el motor de esa maldita motocicleta.

—Sabes, las calles no son muy seguras para chicas tan lindas como tú. No te vayan a robar— Ale seguía jodiendo a la chica intentando hacerla reír, pero esta solo se resignaba más. Debido a la presión que implicaba la presencia de Ale, Joss decidió aceptar con algo de trabajo.

—Vaya vaya, parece que logré convencerte— sus ojos brillaban de la emoción.

—¿Sabes? Hoy sí que no estoy de humor, me la pasé toda la puta tarde aquí, ahora simplemente necesito refrescarme con el aire fresco, no lo arruines— Los ojos de la rockstar se prendieron cómo fuego al verla rodar los ojos en su presencia, estaba muy irritada.

—Bien. sí lo que necesitas es distraerte, yo puedo ayudarte en eso— Guiñó el ojo y se alejó un poco, no demasiado para salir del radar de vista de Joscelyn. La corrección tenía unas escaleras que rápidamente conectaban con el estacionamiento de la universidad, así que aquellas dos se encontraban ahí.

Alejandra desabrochó un ruidoso candado y abrochó la llave que lo abría a su llavero que tenía y que hacían un puente en su pantalón, se colocó el casco y dijo —¡Cierto! Casi se me olvidaba— mientras agitaba una de sus manos. Bajó y del mismo estacionamiento sacó otro caso. Una vez subió, ladeó su cabeza para invitar a la chica a subir.

—Maldita sea Alejandra— susurró Joss por lo bajo. Supuestamente Ale la iba a llevar a su casa, pues sabía dónde vivía, alguna vez organizó una fiesta ahí mientras sus padres no estaban y aunque claramente ella no estaba invitada aún así asistió. Se las ingenió de algún modo.

—¿Te da miedo?—Preguntó la castaña, su voz sonaba algo ahogada por el casco. Así que levantó el cristal para que pudiera escucharse mejor.

—¿Que cosa?— la voz de Joss sonaba algo igual. El acelerador de la motocicleta casi no la dejaba escucharse con claridad, así que gritaba un poco.

—La velocidad.— rió en tono burlón mientras aceleraba, impidiendo que joss si quiera respondiera.

El motor de la motocicleta rugió con fuerza y avanzaron con velocidad, Joss sentía que iba a caerse en cualquier momento. Fue aún peor cuando Alejandra de inclinó dejando sin soporte alguno a Joss, quién sintió que iba a morir.

No tuvo otra opción que tomarla de la cintura para no caerse, iban demasiado rápido y entre curvas.

Aunque Ale le daba la espalda y no podía verla, sabía que estaba sonriendo.

. . .

—Llegamos, ¿Te gustó el viaje?— dijo Ale mientras se quitaba el casco y sacudía su cabello.

—No. Para nada, estuvo horrible. Voy a vomitar— Dijo Joss imitando sus acciones mientras se tocaba suavemente el pecho.

—¿Tan mal manejo? Yo creo que no, solo no estás acostumbrada a ir a 100km por hora.— cuando Ale dijo la velocidad a la que iban, Joss solo soltó un «¿Que?!» Mientras que Ale le daba la espalda y caminaba de lo más serena.

BEGGING FOR MOREWhere stories live. Discover now