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De verdad que tenía toda la intención de concentrarse al cien por ciento en su difícil trabajo de arruinar todos los planes de esos soldados inútiles, sin embargo, cierto chico de ojos grandes sentado frente a él tenía su mirada perdida y parecía muy pensativo.

Seokjin jamás había visto así a Jungkook, él era un chico muy enfocado en todo, jamás se distraía así por nada del mundo.

–Ya suéltalo...– Le habló entonces.

Jungkook salió de sus pensamientos y dirigió su mirada hacia su mayor que lo veía con seriedad.

–¿Me hablas a mi?...– Preguntó.

–¿Ves a alguien más en esta oficina?... Estás muy pensativo desde que entraste aquí, ¿qué sucedió?– Se cruzó de brazos.

Realmente Jungkook no sabía qué tan buena idea era contarlo todo lo que invadía su mente a Seokjin.

–Hyung... ¿Puedo hacerle una pregunta?– Lo miró, Seokjin parpadeó un poco confundido.

–Dime...–

Jeon emitió un pesado suspiro, rascó sus manos por los nervios, pero decidió hablar.

–¿Era... realmente necesario matar a... a la madre del coronel Min y... Casi matar al teniente Jung?...– Preguntó entonces.

El rostro de Seokjin no mostraba expresión alguna, aquellos ojos marrones solamente se limitaban a mirarlo fijamente.

Pero Seokjin quería entender por qué Jungkook de repente parecía en desacuerdo con sus órdenes, él jamás cuestionaba nada, ese no era su chico.

El mayor de pronto se puso de pie, a paso lento se dirigió hacia donde Jungkook estaba sentado, el menor seguía con sus ojos cada movimiento que Kim hacía.
Hasta que lo tuvo de frente, fue que se miraron directamente a los ojos, Kim se agachó recargandose en los muslos de Jeon, tan solo para poder verlo mejor.

El menor sentía que su líder parecía estarlo estudiando con su mirada, o quizá era la calma que había antes de que se desatara la tormenta.

–¿Te arrepientes?– Preguntó Seokjin.

–¿Yo?...– Seokjin asintió con su cabeza como respuesta.–Pero... yo no la maté... y el teniente solo está en coma– Respondió.

El detective emitió una pequeña sonrisa.

–Tú y Jungok trabajan como la misma persona, bajo el mismo nombre... incluso el mismo rostro... Así que, mi pequeño...– Subió su mano para acariciar su mejilla.–Tú mataste a esa mujer... Tú jalaste ese gatillo en ambas ocasiones... Tú les quitaste la vida a esos seres inocentes...– Dijo Kim sin borrar su sonrisa.

Jungkook sintió un enorme nudo en su garganta formarse, su corazón comenzó a latir con mucha fuerza y veía su vista nublarse debido a que las lágrimas pronto inundaron sus ojos.

–¿Te sientes culpable?...– Siguió cuestionando Seokjin.–¿Sientes esa angustia en tu pecho de imaginar qué pasaría si llegasen a reconocerte como el asesino aunque tú no hayas estado presente?... ¿Esa angustia de pensar en la reacción del coronel?...– Sonrió aún más amplio.

Y entonces las primeras lágrimas se deslizaron por las mejillas del menor.

La sonrisa de Seokjin se borró de inmediato, se puso de pie bajo la mirada de Jungkook, y sin más largas estampó su mano en el rostro de Jungkook dándole una muy fuerte bofetada que incluso lo hizo tirarse en el sofá donde estaba sentado.

Pronto lo regresó tomándolo fuerte de su cabello para volver a bofetearlo, y sin soltarlo siguió dejando varios golpes en su rostro sin importarle que la nariz del chico ya había comenzado a sangrar.

"Los Jeon" -민에 (KookGi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora