Iris Salvatore la hermana pequeña y mimada de los hermanos Salvatore.
Regresa porque ha escuchado que la doppelganger menos favorita esta jugando con sus hermanos.
En medio de su plan para alejar a Elena de sus hermanos encuentra la luz de su vida...
El peligro siempre acechaba en Mystic Falls, y esta vez las brujas habían puesto su mirada en Ian, el hijo de Iris y Klaus. Con su magia oscura y retorcida, planeaban sacrificar al niño para obtener poder.
Iris se encontraba desesperada y temerosa por la seguridad de su hijo. Sabía que debía hacer todo lo posible para protegerlo, pero también necesitaba el apoyo y la ayuda de Klaus.
Iris: (llorando) Klaus, las brujas quieren sacrificar a Ian. No puedo dejar que eso suceda. Él es mi mundo.
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Klaus: (con determinación) No permitiré que nada le suceda a nuestro hijo, Iris. Estaré a tu lado y encontraremos una manera de detener a esas brujas.
Juntos, Iris y Klaus buscaron aliados entre los seres sobrenaturales de Mystic Falls. Sabían que necesitaban todo el apoyo posible para enfrentarse a las brujas y salvar a Ian.
En una noche llena de tensión y peligro, el grupo se enfrentó a las brujas en un enfrentamiento épico. Con la ayuda de los poderes de Klaus y la valentía de sus aliados, lograron derrotar a las brujas y salvar a Ian justo a tiempo.
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Después de la victoria, mientras la adrenalina aún fluía por sus venas, Klaus se acercó a Iris, tomando su mano temblorosa.
Klaus: (serio) Iris, he aprendido muchas cosas a tu lado. He descubierto el amor y la importancia de proteger a nuestra familia. Eres la persona que quiero tener a mi lado por el resto de mi vida.
Iris: (sorprendida) Klaus, no puedo negar los sentimientos que han surgido entre nosotros, pero también hay muchas cosas que debemos superar. Nuestra historia es complicada.
Klaus: (con determinación) Lo sé, Iris. Pero estoy dispuesto a enfrentar cualquier desafío con tal de estar contigo. Quiero pedirte algo importante. ¿Aceptarías casarte conmigo?
Las palabras de Klaus dejaron a Iris sin aliento. A pesar de las complicaciones y los obstáculos en su camino, el amor que sentía por él era innegable.
Iris: (emocionada) Klaus, nunca imaginé que llegaríamos a este punto, pero si quiero, si acepto tu propuesta. Aunque nuestro matrimonio pueda no ser convencional, sé que juntos podemos enfrentar cualquier cosa.
Klaus sonrió, sintiendo una alegría abrumadora al escuchar la respuesta de Iris. En ese momento, ambos sabían que estaban dispuestos a luchar por su amor y por el futuro de su familia.
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