Iris Salvatore la hermana pequeña y mimada de los hermanos Salvatore.
Regresa porque ha escuchado que la doppelganger menos favorita esta jugando con sus hermanos.
En medio de su plan para alejar a Elena de sus hermanos encuentra la luz de su vida...
Iris se encontraba en un dilema desgarrador. A pesar de las preocupaciones y advertencias de sus hermanos, no podía ignorar el vínculo que sentía con su hijo. Sabía que protegerlo sería un desafío, pero estaba dispuesta a enfrentar cualquier obstáculo.
Mientras tanto, Klaus se enteró del embarazo de Iris a través de sus conexiones y no tardó en aparecer frente a ella. Iris, llena de emociones encontradas, lo enfrentó con valentía.
Iris: (firme) Klaus, sé que esto es complicado, pero quiero que sepas que criaré a nuestro hijo con amor y protección. No necesitamos que estés presente en su vida si no estás dispuesto a cambiar.
Klaus: (serio) Comprendo tus preocupaciones, Iris. Aunque nuestro camino juntos no ha sido fácil, estoy dispuesto a intentarlo por el bien de nuestro hijo. Pero debes entender que mi vida está llena de enemigos y peligros que podrían afectarlos a ambos.
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Iris: (decidida) Entonces, debemos encontrar una manera de mantener a nuestro hijo a salvo sin renunciar a nuestra familia y a las personas que amamos.
A medida que avanzaban los meses, Iris se sumergió en los preparativos para la llegada del bebé. Con la ayuda de Caroline y algunos amigos, transformaron una habitación de la mansión Salvatore en un acogedor espacio para el niño que pronto nacería.
Mientras tanto, Damon y Stefan no dejaban de preocuparse por la seguridad de Iris y su sobrino. Ambos sabían que mantener a Klaus a distancia sería un desafío constante, pero estaban decididos a hacer todo lo posible para proteger a su familia.
En una noche tranquila, cuando la luna llena iluminaba el cielo, Iris sintió las primeras contracciones. Fue llevada rápidamente al hospital, donde Caroline y los hermanos Salvatore la acompañaron en cada momento.
Después de un arduo trabajo de parto, Iris dio a luz a un hermoso niño al que llamaron Ian. Su nacimiento llenó la habitación de alegría y alivio.
Damon: (mirando a su sobrino) Bienvenido al mundo, Ian. Tu tío Damon siempre estará aquí para protegerte.
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Stefan: (sonriendo) Eres un regalo, Ian. Y siempre estaremos junto a tu madre para cuidarte.
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La llegada de Ian trajo consigo un nuevo sentido de propósito y unidad a la familia Salvatore. A medida que el tiempo pasaba, los lazos entre Iris, Klaus y los hermanos Salvatore comenzaron a cambiar. Lentamente, las diferencias y los resentimientos dieron paso a un entendimiento mutuo y a un deseo compartido de mantener a Ian a salvo.
