Podría protegerte

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HEIKO P.O.V.

Por alguna extraña razón me sentía culpable, lo peor de todo es que no sabía a causa de que. No me volví a topar a la nerd, no por lo menos de frente, ha usado capuchas los últimos días, ¿cómo pudieron ser capaces de hacerle eso?

Mi padre me pidió arreglar el jardín, eso es lo que hago ahora, es fin de semana, me ayuda a despejarme un poco de todo, mi madre amaba la jardinería, siempre hago ésto como si fuera para ella

-¡No puede ser!- dijo la voz de una mujer, creo que mi vecina

-¿Se encuentra bien?- le pregunté poniendome de pie

-Hay una rata gigante en mi cocina- dijo haciendo una mueca de asco, sonreí por su expresión

-Si quiere la saco- ofrecí

-Te lo agradecería mucho, odio a esas criaturas- asentí, me acerqué al cerco, iba a saltarlo, -no es necesario, hay una puerta- dijo señalando la pequeña puerta al final de la cerca, caminé hasta ella y la abrí para pasar por ella

Tomé una escoba de la entrada, y me metí a la cocina, miré para todos lados buscando al animal, hasta que lo ví estaba sobre la barra con un pan tostado entre sus patas

-Tu no eres una rata- susurré, -eres un tlacuache- dije divertido, me acerqué lentamente hacia él, -causaste un gran susto amiguito- acerqué mis manos lentamente hasta que logré tomarlo, intentó morderme pero lo alejé, -tranquilo, amigo, sólo te devolveré a tu hogar- iba a salir cuando junto a la cafetera ví una foto, era una pareja joven, en medio de ellos había una niña como de 8 años, unas grandes gafas adornaban sus ojos y una sonrisa de oreja a oreja se divisaba en su boca... creo que conozco a ésta niña, sólo que ahora no parece tan feliz como en la foto

NADINE P.O.V.

Toqué el timbre, no estaba muy segura de venir, pero prefería estar mil veces aquí que en otro lugar, volví a tocar y escuché pasos acercarse seguidos de la puerta abriéndose

-Nidi, pasa- dijo la señora Denton dejandome pasar, -debiste haber venido mas temprano, confundí un tlacuache con una rata gigante- dijo riendo, -¿qué te paso?- preguntó preocupada al ver mi rostro, ya no estaba hinchado, pero una pequeña mancha morada había aparecido en su lugar

-Es una larga historia- dije cubriendo mi mejilla

-Vamos al jardín- dijo guiándome

-Mira Heiko, quiero presentarte a la antigüa dueña de esa casa- dijo señalando mi ex hogar a quien fuera que estuviera en el jardín

-Me alegra conocerla- dijo frente a un arbusto en cuclillas, dándonos la espalda, ni siquiera le presté atención

-Heiko me ayudó a sacar el tlacuache- dijo la señora Denton sacándome de mis pensamientos, mientras nos sentabamos en la mesa del jardín, -ahora, ¿que fue lo que paso?- preguntó seria

-El día que perdí mis lentes, cuando llegué a casa no me fijé y me choqué con la puerta- mentí

-Nidi, por Dios deberías tener más cuidado; ven, te pondré una pómada que te ayudará- dijo mientras nos parabamos

...

-Detesto a los roedores- dijo la señora Denton después de contarme como había sido lo de el tlacuache

-Es una historia interesante, ahora sabrá diferenciar una rata de un tlacuache- dije sonriendo, -señora Denton, ¿usted conoció algún familiar de mi padre?- pregunté

-Oh, claro que sí- contestó

-¿A quién?- pregunté

-A su hermano menor, es soldado- explicó, comencé a repasar mis recuerdos, mi padre nunca me había hablado de que tuviera un tío, aunque, en uno de mis cumpleaños, recibí un paquete y tenía un sello extraño, cuando le pregunté a mis padres, me dijeron que era de la milicia

-Creo que, una vez me mandó un regalo, pero era muy pequeña- dije

-Sólo vino un par de veces, cuando tu aún no nacías, ¿por qué?-

-Quisiera conocerlo- confesé

-Podríamos intentar contactarlo, si sigue en la milicia debe de tener un puesto muy alto- comentó la señora Denton

-Podríamos mandarle una carta- dije esperanzada

-Hay que intentarlo- dijo la señora Dento sonriendo

...

-Escribimos la carta y la llevamos a el correo- dije sentada de nuevo sobre sus lápidas, -espero que me conteste y que no sea como Clarissa, ella es mala conmigo- suspiré, -lo siento mamá, ya no le diré más "tía"- dije disculpándome

-Ya era hora- dijo sentándose junto a mí

HEIKO P.O.V.

-¿Qué haces aquí?- preguntó bruscamente

-Pasé a comprar algo- contesté encogiéndome de hombros, no me miró ni habló durante un largo rato

Suspiré, -lamento lo que pasó- murmuré, -no pensé que ayudarte tuviera esas consecuencias-

-No importa- dijo sin mirarme, -realmente ya no me interesa-

-Creo que... comenzamos con el pie izquierdo. Mi nombre es Heiko Milenov- dije en voz baja

-Heiko- susurró, -estabas con la señora Denton- agregó

-Si, asi es- confirmé, -le ayudé a sacar un tlacuache y luego a arreglar un poco su jardín- expliqué

-¿Qué haces?- preguntó mirándome con el ceño fruncido

-¿A qué te refieres?- pregunté confundido

-Antes de que llegaras solía ser ignorada, me hacían bromas, pero era algo a lo que ya estaba acostumbrada; pero ahora, las cosas se complicaron, me tratan peor, y hasta me amenzan-

-Yo podría protegerte-

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Un obsequio bebés /.\ Hasta el miércoles, lo quiero♡

Why I?Where stories live. Discover now