La sinopsis se centra en Elara, la hija bastarda de cabello negro de Alicent Hightower, y su papel en la guerra civil conocida como la Danza de los Dragones en Poniente.
En medio del caos y la lucha por el poder, Elara emerge como una figura astuta...
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Elara se encontraba sentada en su cama, sumida en la oscuridad de la noche. Mañana regresaría a sus deberes religiosos como septa, y el peso de sus responsabilidades pesaba sobre ella. Mientras observaba fijamente la puerta, la única fuente de luz provenía de debajo de ella, donde una débil rendija dejaba pasar un haz de luz tenue.
De repente, Elara escuchó pasos acercándose a su habitación. El corazón le latía con fuerza mientras se preguntaba quién podría estar allí a esas horas de la noche. Sin previo aviso, un papel fue deslizado debajo de la puerta, y la sombra que lo entregó se alejó rápidamente.
Intrigada y llena de curiosidad, Elara se levantó rápidamente de la cama y se apresuró a abrir la puerta de su habitación. Sin embargo, para su sorpresa, no encontró a nadie alrededor. Solo el silencio de la noche envolvía los pasillos vacíos.
Tomando el papel que había sido dejado para ella, Elara lo desplegó cuidadosamente y comenzó a leer su contenido en la tenue luz de la habitación. La nota llevaba un mensaje misterioso, escrito con caligrafía elegante y delicada. Las palabras revelaban un secreto oculto, una promesa o un desafío, pero su significado exacto era difícil de descifrar en ese momento.
Elara se sintió intrigada y emocionada por la inesperada nota, pero también invadida por una ligera sensación de temor. Quienquiera que hubiera dejado ese mensaje parecía estar jugando con ella, escondiéndose en las sombras. Sin embargo, su curiosidad superaba cualquier miedo que pudiera sentir.
Decidida a descubrir la verdad detrás de este enigmático mensaje, Elara guardó cuidadosamente la nota en su vestido y se adentró en el pasillo, con la determinación de encontrar a la persona que había dejado ese papel. Aunque las respuestas aún eran inciertas, estaba dispuesta a seguir el camino que se le presentaba y desentrañar el misterio que había llegado hasta ella en la oscuridad de la noche.
Elara regresó a su habitación con resignación, sintiendo una mezcla de anticipación y ansiedad por descubrir el contenido de la nota misteriosa. Encendió varias velas, llenando la habitación con una tenue y cálida luz. Con manos temblorosas, desplegó el papel y comenzó a leer las palabras escritas en él.
A medida que sus ojos recorrían el contenido de la nota, la expresión en el rostro de Elara se transformó de curiosidad a sorpresa, y luego a un profundo shock. Sus manos se aferraron con fuerza al papel, y por un momento perdió el equilibrio, haciendo que algunos objetos de su escritorio cayeran al suelo con un estruendo.
El contenido de la nota era tan impactante y revelador que Elara se vio abrumada por la magnitud de lo que implicaba. Sus pensamientos se agolparon en su mente mientras intentaba asimilar la verdad que había sido revelada en aquellas palabras. Sus emociones fluctuaban entre la incredulidad, la confusión y una profunda sensación de preocupación.
Elara se dejó caer en una silla cercana, tratando de procesar todo lo que acababa de descubrir. Su mente estaba llena de preguntas y dudas, y una avalancha de posibilidades se abría frente a ella. La nota había abierto una puerta a un mundo desconocido y lleno de incertidumbre, y ahora tenía que decidir qué hacer con la información que había obtenido.
