005

68 4 0
                                    

Elara

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Elara

Nos encontrábamos en las tierras de Driftmark, en un día gris y melancólico que reflejaba nuestra tristeza. El funeral de Lady Laena Velaryon, quien había perdido la vida valientemente durante el parto, se llevaba a cabo en un lugar sagrado de la isla. El sonido del oleaje rompiendo contra la costa cercana parecía susurrar un adiós mientras nos reuníamos para despedir a nuestra amada pariente.

A mi lado estaba mi hermana Helaena, con los ojos enrojecidos y la mirada perdida en el horizonte. Ambas llevábamos vestidos de luto, nuestros cabellos recogidos en sencillas trenzas que se mecían al compás del viento. Sentíamos el peso de la tristeza en nuestros corazones, compartiendo el dolor con los demás miembros de la Casa Velaryon y los allegados que habían acudido para rendir homenaje a Lady Laena una hija, hermana, esposa y madre

El lugar estaba decorado con flores blancas y azules, los colores de la Casa Velaryon, que contrastaban con el paisaje sombrío. Los dragones de la Casa, símbolos de nuestra herencia y poderío, parecían observar silenciosamente desde las alturas, como guardianes en esta despedida.

Las palabras de los velaryon resonaban en el aire, expresando admiración y gratitud por la valentía y el sacrificio de Lady Laena. Mientras todos escuchaban atentamente, recordaba los momentos compartidos con ella, su dulzura y su espíritu intrépido. Era una pérdida inmensa, no solo para nuestra Casa, sino para todo Westeros.

Las lágrimas se deslizaban por mis mejillas mientras la procesión avanzaba hacia el lugar de descanso final. El cielo encapotado parecía llorar con nosotros, derramando gotas de lluvia sobre la tierra., las últimas palabras fueron pronunciadas, y con una mezcla de pesar y gratitud en nuestros corazones, nos despedimos de Lady Laena. Y su cuerpo fue lanzado al oceano

El funeral fue un recordatorio sombrío de la fragilidad de la vida y la inevitabilidad de la muerte. Pero también nos recordó la importancia de honrar y recordar a aquellos que amamos, y de aferrarnos a los lazos de la familia y la fortaleza de nuestro legado

Desde mi posición, observaba a Rhaenys Targaryen, madre de Lady Laena, llorar desconsoladamente por la pérdida de su amada hija. Sus lágrimas fluían sin cesar, y su rostro reflejaba un dolor indescriptible. A su lado, estaban sus nietas Baela y Rhaena, las hijas gemelas de Lady Laena, quienes también lloraban por la partida de su madre.

La escena era desgarradora. Rhaenys sostenía a sus nietas con ternura, tratando de consolarlas mientras sus propias lágrimas se mezclaban con las suyas. Era una imagen de dolor y desesperación, una madre que había perdido a su hija y unas jóvenes niñas que enfrentaban una pérdida incomprensible a tan corta edad. Sentí un nudo en mi garganta al presenciar su sufrimiento, y deseé poder aliviar su dolor de alguna manera.

Mi mirada luego se posó en Rhaenyra, quien a duras penas contenía las lágrimas. Sus ojos, normalmente llenos de determinación y fuerza, ahora mostraban una vulnerabilidad que rara vez veía. Era evidente que el fallecimiento de Lady Laena había afectado profundamente a Rhaenyra, no solo como una prima cercana, sino también como una mujer que entendía el dolor de perder a un ser querido.

LA ÚLTIMA TORRE:house Of The Dragón AUWhere stories live. Discover now