[5]

31 10 4
                                    

Llevo más de media hora sentado en la mesa de mi hogar observando el sobre blanco que posiblemente contenga algo que alguien sin tiempo libre ha escrito para mí.

Sé que dije que trataría de escribir algo lleno de romance para poder ganar el concurso, pero si para hacerlo debo leer esa cosa desastrosa, prefiero simplemente rendirme y abandonar mi sueño.

Con dificultad y como por quinta vez desde que me senté, acerco mi mano al sobre, pero la quito rápidamente y la alejo lo más que puedo.

–Esto es una estupidez...-tomo el sobre de la mesa con determinación y lo abro para sacar la dichosa carta. Debo dejar de sentirme de esta manera porque empiezo a parecerme a un niño.-maldición...-exclamo en un susurro cuando veo la primera línea que ya he visto en las demás cartas.

"Mi querido profesor...

Desearía conocer cuál es el principio y el final de sus pensamientos con cada una de las cartas que ha recibido hasta ahora de mi parte.
Quizás se debate entre la confusión y el miedo de que, quien sea que esté enviando esto, sea alguien que le provocará un daño, pero le aseguro que mis intenciones no son otras más que expresarle lo mucho que lo amo.
Entiendo lo difícil que es recibir una carta de alguien del que no conoce ni el color de sus ojos, ni el tono de su voz, pero al menos concédame el honor de continuar con mi pequeña travesura para ganarme lo que para mí sería el mayor tesoro.
No le pido otra cosa más que mantenga la mente abierta y que cuando sea el momento, cuando su corazón empiece a palpitar desenfrenado por ver el sobre sobre su mesa y sepa que es mío, que sepa que soy yo la que le ha escrito y que me he convertido en su dueña, me lo haga saber porque así podré saber que finalmente he logrado ganarme a quien ahora he bautizado como el dueño y señor de mi alma.

Atentamente: Su ferviente observadora."

Trago una enorme roca de saliva cuando termino de leerla y me levanto de la silla lentamente. Más no sin antes dejar el papel sobre la mesa.

De mi bolso saco una hoja de papel y un lapicero para poder enviar la tan dichosa respuesta que esta extraña mujer está solicitándome.


"A la acosadora, observadora o extraña a la que corresponda:

Le solicito que deje de enviar cartas en las que expresa sus más profundos sentimientos hacia mi persona, ya que lo que usted sienta o desee de mí, no tiene la más mínima importancia para mi persona. Y respondiendo a lo que ha escrito en su más reciente carta, le aseguro que mi corazón jamás va a latir por usted, así que olvide esa absurda idea y también olvídeme.

Atentamente: Dereck Emerson. "

Guardo la nota en mi bolsillo y me encamino hacia el único lugar donde podría encontrar a alguien que le llevé mi respuesta a esa extraña mujer: la cafetería.

Quizás hoy finalmente pueda resolver uno de mis tantos problemas para hacer de mi vida algo un poco más llevadero y aunque esto no es el mayor de ellos, está en la lista.

Camino a paso decidido por la acera llena de puestos de ventas, cuando algo en uno de ellos llama mi atención y me hace de tenerme en mi sitio. Todo empeora cuando me acerco lentamente a la revista en la que una enorme fotografía de esa zorra aparece.

–Eres una maldita...-digo muy suave para que nadie me oiga maldecir a esa malnacida. En medio de mis pensamientos sobre querer estrangularla, viene a mi mente la nota que llevo en bolsillo.-pues entonces vamos a jugar a ver quién supera a quién primero...-digo antes de alejarme del puesto y de la revista con el titular gigante de "Nuevo noviazgo" en la portada.

Al llegar a la cafetería, lo primero que hago es tratar de recuperar el aliento y una vez que lo he logrado, le solicito al joven que trabaja en ella que si me puede regalar una de esas hojas en las que toma la orden de las personas y si me puede prestar su lapicero para escribir una nueva nota.

No sé exactamente qué demonios estoy haciendo ni porque estoy cayendo tan bajo, pero en este punto honestamente no sé absolutamente nada con respecto a nada.

"A la mujer que me observa desde la distancia y que posiblemente me acosa:

He recibido tres de sus cartas y aunque no es de mi agrado hacer esta clase de cosas, le solicito que si sus sentimientos son reales como intenta darme a entender, haga (en el límite de tiempo que le pondré) que mi corazón palpite por usted y deje de palpitar por alguien más. Si lo logra, le aseguro que seré todo suyo y jamás la dejaré ir.

Pero si no lo logra, le solicito, con toda la paciencia lo que soy capaz, que me deje tranquilo de una buena vez.

Atentamente: Dereck Emerson."

Le devuelvo su lapicero al joven y le entrego la nota para que se la dé al hombre que la otra vez dejó esa carta en mi mesa. Estoy seguro que ese hombre conoce muy bien este lugar, ya que no parecía alguien perdido ni mucho menos alguien que no había venido nunca.

Y si mis cálculos no son del todo erróneos, la mujer que me escribe las cartas debe estar muy cerca de aquí, ya que me ha visto sentado en esa mesa escribiendo notas.

Salgo de la cafetería y me detengo un instante para observar el edificio que se encuentra ubicado frente al local. Quizás ella viva o trabaje ahí y por eso sabe que este lugar es el que más he frecuentado.

Del sitio del que provenga ella es lo menos relevante del asunto, ahora mismo debo pensar como demonios voy a tolerar cartas de amor de alguien que no conozco ni deseo conocer.

Mi querido profesor. ♡ Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin