Fría seducción. [Jenlisa GIP] #1

¿QUIEN ERES?

-POV LISA-

Las gotas de lluvia seguían cayendo sobre mi cuerpo, pensativa, aún no daban noticias de Rosé... necesito hacer algo, necesito cruzar esa maldita línea, necesito respuestas, por que estoy segura que esta  tal Jisoo le hizo algo a rosé y lo voy a averiguar cueste lo que cueste.

Me baje del árbol, empecé a correr por todo el bosque de la pradera, hasta que llegue a la línea,mi corazón empezó a latir muy fuerte, la adrenalina recorrer mi cuerpo, tenía mucho miedo de que lo me podía encontrar al otro lado.

Mire para todos lados  para ver si alguien estaba y no había nadie, me arme de valor, respiré profundo, hasta que escuché la  voz de Momo a lo lejos.

-¡LISA!- Gritó

Así que tome valor, sin detenerme crucé la línea, empecé a  caminar despacio, la tornéate aún seguía, todo esto es desconocido hasta que llegue a la pradera despejada y me oculté  detrás de un arbusto y vi ese terrorífico castillo,  la brisa empezó hacer más fuerte y sentí el olor de mi chica, no podía creerlo que era aquí donde vivía.

Nó tenía un plan a lo lejos veía a los guardias merodear el castillo, así que se me ocurrió una idea, mire que una de las ventanas estaba abierta así comenzó mi plan de escalar el castillo para que nadie se diera cuenta, me puse en marcha sin hacer tanto ruido para no poner en alerta en nadie, cada vez que me acercaba más y más al castillo veía que era cada vez más enorme.

Llegue hasta una parte y vi que habían unas escaleras y empecé a subir, el viento era mi dificultad más grande, esas  oxidadas escaleras se movían de un lado para otro, tenía mucho miedo mis manos sudaban cada vez más, trataba de no mirar al piso, la lluvia era cada vez más  fuerte, sólo podía pensar que todo esto lo estoy haciendo por Rosé.

Llegue un punto del castillo, donde había una especie de plataforma de piedra, mientras lo rodeaba me agarraba muy fuerte tanto que mis manos empezaron a sangrar de la fuerza que estaba haciendo...

Ya faltaba poco, para llegar a la ventana, el olor era cada vez era más fuerte, me estaba desesperando un poco, tenía mucha adrenalina hasta que llegue y salte a la ventana entrando al cuarto.

Haciendo un estruendo, con mi manos cortadas, por la pared.

Ahí estaban ellas sorprendidas con lo que acaba de pasar.

-POV JENNIE -

No podía creerlo ahí estaba mi chica, hecha un desastre,  estaba tan sorprendida, mire a Jisoo entre ojos y estaba igual que yo, no sabíamos que estaba haciendo aquí.

En ese momento empezaron a tocar la puerta muy fuerte, ya que se habían dado cuenta del estruendo que acaba de hacer mi chica.

-¡ABRAN LA PUERTA!- Empezó a  gritar Irene detrás de la puerta

No puedo creer que esté siempre metiendo sus narices donde nadie la está llamando, me tenía arta, que no podíamos  tener privacidad.

Jisoo tomo a  la chica muy rápido y le dijo que hiciera silencio por un momento, la oculto debajo de la cama, la chica en seguida siguió las órdenes.

Cuando se escucho la puerta abrirse de un solo golpe, haciendo que Jisoo y yo quedáramos frías por aquel acto de la mayor.

-¡QUE DEMONIOS!- Gritó Jisoo al ver a Irene entrar por la puerta.

-¡POR QUE NO ME HABREN LA MALDITA PUERTA!- Siguió gritando Irene.

-¡POR QUE LA TORMENTA PARTIDO LA VENTANA!- Dije mal humorada.

-¡OH ES QUE NO VEZ IRENE!- Seguí gritando, no me pude aguantar, más  de sus actos tan entupidos que ha tenido estos días con  nosotras.

-¡TU NO ME GRITES JENNIE KIM!- Dijo Irene mirándome fijamente.

- ¡Y TU NO LE GRITES IRENE, QUE NADIE TIENE LA CULPA!- Gritó Jisoo

-¡TE VAS DE MI CUARTO, NO TIENES NADA QUE HACER AQUÍ!- Termino diciendo Jisoo para que Irene se fuera mal humorada de la habitación para terminar  dando un portazo.

No lo puedo creer, nunca había visto a Jisoo tan mal humorada, se notaba que está furiosa por lo que acababa de pasar, vi cómo ella  fue a ver a la chica que estaba debajo  de la cama.

-Lisa... ya puedes salir...- dijo con voz baja para que nadie  escuchara.

No podía creer que era ella, ella estaba aquí,   Vi como ella empezaba a salir debajo de la cama muy despacio, cuando salió completamente dejó ver sus manos ensangrentadas, tanto que Jisoo fue a su armario a sacar un pequeño botiquín de primeros auxilios, a pesar de  de que ª tuviera toda cortada, se veía hermosa.

- siéntate, necesito curar eso- dijo Jisoo tomándola con delicadeza, las manos.

- ¿Que estás haciendo aquí...?-preguntó Jisoo tomando un poco de gasa.

En ese momento nuestras miradas  se cruzaron y mi corazón empezó a latir aún más fuerte.

-Lisa..- volvió a decir la mayor.

- Rosé, no aparece... y pensé en venirla a buscar todos estamos muy preocupados, ya que fuiste la última persona que estuvo con ella- dijo lisa quejándose un poco.

-Como que Rosé no aparece, pero si la última vez  que la vi  se dirigía a donde estaban ustedes-respondió Jisoo preocupada.

- ¿Como es que, sabes mi nombre Jisoo...? -preguntó lisa muy curiosa.

-Rosé, me habla mucho de ti, y se que ella te tiene que contar la verdad de todo.- respondí Jisoo vendándole las manos.

- No se , Jisoo pero necesitamos encontrar a rosé, esto está muy mal, nadie sabe que fue lo que le pasó. - siguió hablando lisa muy preocupada.

Ahora sabía que mi chica, se llamaba lisa y que nombre tan hermoso, pensé.

- Si quieres mañana, los voy a ayudar a encontrar a mi Rosé, por ahora descansa, estás muy mal, quédate hoy aquí en el castillo, Jennie te puede cuidar esta noche, mientras que yo creo un  plan- dijo Jisoo mirándome fijamente con una pequeña sonrisa.

- Gracias Jisoo, sólo espero que los demás no estén preocupados por mi, ya que Momo me vio pasar la línea- respondío lisa mirando hacia la ventana.

-Tranquila, yo me comunicaré con ella lo más pronto posible lisa...-  habló Jisoo, dándole un pequeño abrazo.

- por cierto  me   Pone muy feliz verte de nuevo - termino de hablar, Jisoo con una pequeña sonrisa.

-Jennie por favor cuida de lisa, mientras yo me comunicaré con ellos- dijo Jisoo dirigiéndose a la puerta, saliendo de la habitación.

Ahí estábamos ella y yo viéndonos, sin decir ni una sola palabra, no podía creer que era ella, sólo podía sentir que su corazón estaba empezando a latir muy fuerte al igual que el mío.