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Tn POV

Eran las nueve de la mañana y no me había molestado siquiera en salir de la habitación desde el día anterior.

No tenía ganas de nada, quería volver a mi casa, a ver a mis amigos, a ver a Finn.

Estaba tan decaída, tan apagada.

Cada noche caía dormida de un momento a otro pero mi cuerpo parecía no descansar, en ocasiones me despertaba empapada en sudor y no recordaba el por qué.

- Voy a salir - Miré a Jason qué estaba en el marco de la puerta y asentí sin ganas - Sabes que no puedes salir, ¿No?

Por supuesto que lo sabía, cada vez que se iba intentaba irme pero dejaba las puertas con llave y le ponía seguro a las ventanas que de por sí ya tenían reja.

- Lo sé, no soy idiota - Respondí y él sonrió con notable sarcasmo.

- Vuelvo en una hora - Avisó y salió de la habitación.

- Por mí que no volvieras jamás - Susurré y me quedé mirando un punto fijo mientras abrazaba una almohada.

Estos días habían sido un infierno, por cada mínima cosa que hiciera que no le gustara me golpeaba pero no lloraba por eso, me mostraba fuerte.

Cada vez que se iba buscaba una forma de salir pero no la había, ni una llave.

Tampoco podía llamar a nadie porque había escondido tan bien mi celular que por más que lo buscará no lo podía encontrar.

Lo único que me reconfortaba muy a medias, era que no haya intentado abusar de mí.

Me levanté para ir al baño y ducharme ya que llevaba dos días sin hacerlo.

Entré en este y me quité mis artes pero uno de ellos se cayó bajo el mueble del lavamanos.

Tuve que abrir las puertas de éste para poder recogerlo y vi la gran cantidad de frescos con pastillas en este.

Tomé unas que estaban caídas y observé el frasco para saber de qué eran, pero la letra era ilegible.

Tomé una y me la lleve a la boca, en el peor de los casos me iba a morir pero si Jason era levemente inteligente no tendría pastillas que pudieran matarme si tanto quería estar conmigo.

Comencé a sentir mis párpados pesar y mis ojos cerrarse por varios segundos antes de entrar en la bañera.

Termine decidiendo irme a la habitación antes de que algo ocurriera.

Tan pronto como toqué el edredón de la colcha caí profundamente dormida.

...

Desperté e inmediatamente miré la hora en el reloj de pared, eran las tres de la tarde.

Comencé a pensar como era que pude haberme dormido con tanta profundidad en solo minutos hasta que di en el clavo, eran somníferos.

Siempre caía dormida de la misma forma en las noches, de la nada luego de que me obligará a tomar un vaso de agua. Me ponía somníferos.

Psicólogo // Finn Wolfhard. [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora