Psicólogo // Finn Wolfhard. [✔️]

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Tn POV

El domingo en la tarde estaba realmente aburrida.

Mis padres habían tenido que irse al hospital en la madrugada por una cirugía de emergencia.

Jaede y Noah iban a tener una tarde de juegos.

Sadie no quería ni verme en pintura y yo no quería insistirle.

Mis opciones de reducían a Alice o en todo caso en quedarme toda la tarde hablando de estupideces con Finn por Instagram.

Porque aunque me pareciera irreal, él era una persona completamente diferente cuando no estaba trabajando.

Hablaba de cosas muy tontas que me hacían reír o me enviaba stickers raros que no sabía de dónde sacaba.

Tomé mi celular para escribirle a Alice si tenía planes para poder vernos.

Me respondió con un no y que si quería ir a su casa a lo que acepté sin poner mucho problema.

Quedamos en encontrarnos en el parque cerca de mi casa y de ahí nos iríamos a su casa.

Tomé un abrigo de mi armario y un bolso en el que guarde algo de dinero y mi celular para después salir de mi habitación.

Bajé las escaleras y salí de la casa con las manos en los bolsillo.

Antes de llegar al parque me dirigí a la cafetería y compré una caja de brownies de varios sabores y salí de la cafetería para está vez ir al parque.

Al llegar al parque me puse a esperar a Alice y ella no tardó en aparecer.

- Hola Tn - Me dio un corto abrazo y luego se separó.

- Hola - La saludé.

- Bueno vamos, porque parece que va a llover - Habló y asentí.

Comenzamos a caminar en dirección a su casa mientras ella me contaba que le estaba costando un poco adaptarse ya que había tenido que despedirse de sus amigos en Londres.

- ¿Los extrañas mucho? - Pregunté y ella me miró para luego asentir.

Me siguió contando un par de cosas más y de lo rápido que hablaba en ocasiones apenas y podía entenderle, pero creo que en una de esas ocasiones mencionó que tenía pareja.

...

Al llegar a su casa ella abrió la puerta y me dio el paso para después ella entrar y cerrar la puerta.

- ¿Dónde puedo dejar esto? - Levanté un poco la caja de los brownies.

- Arriba, mi hermano es un depredador de dulce - Respondió y asentí.

La seguí escaleras arriba y entramos en su habitación.

Tenía la cama en el centro de la habitación y el cobertor era completamente blanco. Las paredes tenían algunas fotografías pegadas y la ventana tenía luces colgando.

Tenía un tocador con varias velas aromáticas y la mesita de noche junto a su cama con una pequeña lámpara y varios accesorios.