Psicólogo // Finn Wolfhard. [✔️]

21

Tn POV

Al día siguiente me sentía tan feliz, tan alegre.

Me estaba terminando de arreglar para ir a la escuela y salí con la sonrisa más grande que pudiera tener.

Al llegar me dirigí inmediatamente a mi salón y me senté en mi lugar.

Me recosté en mi mesa y me puse a ver la ventana en lo que llegaban los demás.

- Hola Tn - Me enderecé cuando Alice llegó.

- Hola - Saludé - ¿Le rompiste el corazón a tu hermano?

- Dice que él no te merece y que estarás mejor con él - Movió la cabeza - No sé que más hacer.

- Es un niño, se le debe pasar - Tomé aire - ¿Y los demás?

- Ni idea - Se encogió de hombros - Seguro no tardan.

- Tienes razón - Asentí.

- ¿Y cómo vas con él? - Reí un poco - Estás tan enamorada.

- ¿Qué puedo hacer? Sí lo estoy - Sonreí - Él es tan... Ni siquiera me alcanzan las palabras.

Me cubrí la cara y ella me movió del brazo enérgica.

- Hola Allisa - Miré a Jaeden qué acababa de llegar junto a los demás - Hola Alice.

- Hola - Saludamos las dos a coro.

A los pocos segundos entró la maestra de Literatura y todos nos quedamos callados.

- Buenos días.

- Buenos días - Saludamos a coro.

- Saquen sus libros, página 126 - Todos lo hicimos y me di cuenta de que era una lectura - ¿Quién leyó la última vez?

- Llegamos hasta la O - Abrí los ojos porque entonces me iba a tocar leer a mí.

- Gracias señor Oleff - Abrí la boca porque justo su apellido era por O - Veamos.

La profesora observó la lista buscando quien iba a ser el siguiente aunque era más que claro que iba a ser yo, no había nadie más con la P en su apellido.

- Señorita Parker - Tomé aire y tragué saliva - Pasé al frente y comience a leer.

Lo hice con las manos temblandome y sudando, me incomodaba demasiado.

Comencé a leer con la voz un poco temblorosa y en una parte me detuve porque había un punto.

Tomé aire y me concentré solamente en la lectura, como si nadie me estuviera viendo.

- No es fingir que nadie te ve, es ignorar sus miradas.

Noté un claro cambio en mi voz con cada palabra que salía, mi voz era firme, no temblaba.

Terminé de leer y miré a la maestra que estaba asintiendo.

- Puede sentarse.