𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐈𝐕

179 20 0
                                    

Jeonghyeon tragó el líquido del pequeño vaso de una para luego alzar su mano, indicándole al barman que le sirviera más. Este lo miró preocupado pero se la sirvió. Eran alrededor de las 2 am y el moreno llevaba en aquel lugar desde bien temprano. Tal era su ebriedad que ni siquiera notó cuando un chico de cabellos rubios ocupó el asiento a su lado en la barra. Al principio, decidió ignorarlo y seguir centrado en los pensamientos que rondaban su cabeza. Sin embargo, el chico no le dejó.

—Dos chupitos de tequila para mí y para... -Su mirada se posó rápidamente en Jeonghyeon, quien le miró extrañado.

—Jeonghyeon, Lee Jeonghyeon.

—Encantado, Jeonghyeon. Yo soy Ricky.

El tal "Ricky" le tendió su mano, la cual estrechó con mucho gusto. Tampoco quería ser maleducado. Ambos mantuvieron una agradable conversación hablando sobre sus gustos o lo que estudiaban.

—¿También vas a Hyungjegan? El mundo es un pañuelo.

El moreno rió ante aquel comentario. El tiempo pasó rápido y, para cuando quisieron darse cuenta, ya eran más de las 4 am. Notaba como sus ojos se cerraban poco a poco. Y al parecer no fue el único.

—Creo que deberías volver a casa. Mañana tenemos clases.

Jeonghyeon asintió mientras se levantaba del taburete, pero al hacerlo su cuerpo tambaleó y estuvo a punto de caerse encima de Ricky. Este lo agarró antes de que eso sucediera, pasando un brazo por detrás de su cuello.

—Vamos, te llevaré a tu casa.

Se limitó a asentir para, posteriormente, salir del antro y andar calles abajo hasta la casa del moreno. Menos mal que estaba lo suficientemente estable como para recordar donde vivía. Al llegar a su piso, introdujo las llaves como pudo (estuvo un buen rato intentándolo, incluso Ricky le pedía que le dejase a él pero se negaba) y se adentraron. El rubio lo dejó tumbarse en el sofá mientras retiraba su chaqueta y sus zapatos para que estuviera más cómodo. Al dejarlos a un lado, se percató de que en una mesita había un cuadro con una foto de dos chicos. Uno le daba un beso en la mejilla al otro. Y ese otro era Jeonghyeon. Tomó la foto entre sus manos y se acercó al mencionado, quien se encontraba en posición fetal en el sofá.

—¿Este es tu novio?

—Es un... me puso los cuernos...

El moreno rió mientras alzaba sus manos tras su cabeza, simulando unos cuernos. Ricky suspiró y dejó la foto a un lado para cargarlo sobre su hombro de nuevo y llevarlo hasta la habitación. Lo dejó sobre la cama con mucho cuidado y, antes de irse, se aseguró de retirar las cosas que llevaba en los pantalones para que pudiera dormir más cómodo. Aprovechó que este tuviera las "notas" programadas para poder abrirse desde la pantalla bloqueo para apuntar su número de teléfono junto a un "Ricky :)". Luego de aquello, volvió a su casa para dormir un rato antes de tener que ir a sus clases en un par de horas.

✩。:*•.───── ❁ ❁ ─────.•*:。✩

Hao soltó un suspiro tras terminar de apuntar la información que le faltaba de su parte. Por otro lado, Hanbin seguía concentrado en la suya mientras se quejaba de lo lento que cargaba la página. El castaño aprovechó para inspeccionar a fondo de la habitación, donde en una esquina pudo encontrar una televisión con una consola antigua. Agarró uno de los mandos conectados a esta y se sentó en el suelo, encendiéndola para probar el videojuego que estuviera abierto. A ser verdad, jamás había jugado a uno a no ser que estuviera en casa de Ricky, a quien se lo permitían todo. En cambio, sus padres fueron siempre bastante estrictos con él, prácticamente desde que era un crío. Qué hacer, qué comer, qué le debe gustar o con quién se debe juntar eran varias de las cosas que le habían inculcado. Hao empezó a recordar aquellos momentos y la tristeza inundó su cabeza. Sin embargo, una voz al lado suya lo sacó de sus pensamientos.

兄弟間 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐭𝐲 // BOYS PLANET AUWhere stories live. Discover now