One Shots Hot [H.S]

Agente Styles (Parte 2)

ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS EXPLÍCITAS DE SEXO, POR FAVOR NO LEER SI NO LES GUSTA ESTE CONTENIDO.

Harry Styles

Terminé de preparar la mesa para el desayuno y corté dos grandes rebanadas de pastel que había mandado a hacer especialmente para el cumpleaños de Daisy.

Estaba dejando una rebanada en un plato cuando escuché que Daisy me llamaba.

Rápidamente fui a mi habitación y la vi sentada en la cama con la sabana sujetada contra su pecho.

-Aquí estoy, ángel -me acerqué y se relajó.

-No te escuché y me asusté.

Me senté a su lado y tomé sus manos.

-Solo estaba preparando el desayuno. ¿Tienes hambre?

-Muero de hambre -me dio una dulce sonrisa.

-Bien, porque tengo pastel y es muy grande.

-¿Más pastel? -se rio.

-Claro que si, lo amas.

-No tanto como a ti -mi sonrisa se borró y cerré los ojos con fuerza. -¿Harry?

Llevé sus manos a mis labios y las besé suavemente.

-No sabes cuanto te amo, Daisy. Lo eres todo para mi -apoyé sus manos en mis mejillas y comenzó a acariciarlas con ternura.

-¿Pasa algo? -preguntó con voz suave.

-Nada, cariño. -tomé sus manos y las besé por última vez. -vamos a comer.

Asintió y la dejé por un momento para poder vestirla. Aunque amaba verla desnuda, sabía que se sentiría más cómoda con algo cubriendola.

Tomé una de mis poleras y se la puse. Sonreí al verla y la tomé entre mis brazos para llevarla hasta la cocina. Comenzamos a comer y se rio mientras le contaba algunas historias de como había sido mi vida siendo criado en el campo.

-Debe ser hermoso -dijo y tomó con mucho cuidado de su té.

-Lo es. Cuando mis padres fallecieron no quise vender, así que le pago a personas por manejar todo.

-Me gustaría mucho ir, debe ser muy tranquilo.

-Te llevaré.

-¿De verdad?

-Claro que si, y seremos felices -sonrió.

-Ya soy feliz.

Me levanté de mi asiento y tomé su hermoso rostro entre mis manos y dejé un suave beso en sus labios.

-Y yo, me haces el hombre más feliz -volví a besar su labios y gemimos cuando nuestras lenguas se encontraron. Con la respiración entrecortada me separé y aparté la taza que tenía entre sus manos dejándola lejos de nosotros en la mesa.

-Harry -murmuró contra mis labios y volvimos a besarnos. Esta vez con más fuerza.

-No sabes las ganas que tengo de volver a hacerte el amor -murmure contra sus labios -pero tengo un regalo para ti.

-¿Regalo? Ayer fue perfecto, no necesitas darme un regalo.

-Pero quiero, y espero te guste.

Nos lleve a un sofá para estar más cómodos y fui por su regalo. Le entrega la caja y sonrió entusiasmada.

-Déjame ayudarte -tomé sus manos y las lleve a la cinta que rodeaba la caja. Con cuidado tiró de un extremo y la ayudé a sacarlo. Sacó la tapa y metió la mano.