Capítulo 4

74 8 2
                                    

Zhamira Jhonson

Bastián me empujó suavemente a la cama y, al estar acostada en la misma boca abajo, él se posó encima de mí y comenzó a besarme con pasión, por lo que no me pude negar a sus caricias. 

Me estaba haciendo sentir como en mucho tiempo Jack no lo hacía. 

Me miraba como a cual diosa y yo solo podía preguntarme cómo era posible que no me hubiera dado cuenta del enamoramiento que sentía él por mí en la universidad. Jamás se me hubiera ocurrido que él gustaba de mí. 

Aunque en muchas ocasiones me hizo regalos, yo pensaba que lo hacía por la amistad que teníamos y demás, nunca porque gustara de mí ni nada parecido. 

Lo que me hizo preguntarme, ¿Qué hubiera ocurrido si en lugar de casarme con Jack lo hubiera hecho con Bastián? ¿Seguiría nuestro matrimonio siendo sólido y duradero como pensé que sería con mi exmarido?

—Sueño con verte embarazada de mis hijos, Zhamira —dijo contra mis labios y lo miré fijamente sin decir absolutamente nada. 

Su confesión me hizo caer en cuenta de la situación en la que me encontraba en ese momento. 

Jack me había dejado por no poder darle hijos, y Bastián quería ser papá. 

Desde que lo conocía lo sabía, pues era algo que siempre decía cuando estabamos en reuniones familiares. Es tanto así que Jack bromeaba diciendole que sería el primero en darle un primogenito a nuestra generación antes que él. 

Y lo cumplió, pero no conmigo. 

Bastián en respuesta le decía que él esperaba con ansias a la mujer perfecta, pero que como sabía la misma llegaría a su vida en el momento indicado, no tenía prisa por relacionarse con cualquiera para que fuera la madre de sus hijos. 

Y él pensaba compartir su vida conmigo, una mujer que no podía concebir hijos y que estaba en pleno proceso de divorcio. 

Tenía dinero, pero con el mismo no podía comprar la felicidad que tanto anhelaba en ese momento. 

¿De qué me valía tener tantos millones si al final no podía ser mamá?

Pensar en ello, me hizo sollozar aún más fuerte y preguntarme en silencio qué carajos estaba pagando para vivir todo aquello, yo no lo merecía, yo solo quería ser feliz. 

Bastián intentó abrazarme y tomarme por el rostro para saber qué tenía, pero yo solo quería estar sola para poder llorar por todo lo que dolía. 

En silencio, le pedí que se apartara de mí y, para mi buena suerte, así lo hizo. 

Me senté en la cama abrazando mis piernas y reposando mi mentón en mis rodillas mientras lloraba de manera desconsolada por recordar que no podía ser mamá.

El abandono de Jack lo podría olvidar fácilmente, pero el no poder tener una mini versión de mí corriendo por la casa ni diciendóme mamá, sin duda me dolería toda la vida. 

—Hey, ¿Por qué lloras? —lo miré con el rostro lleno de lágrimas y no dije absolutamente nada.

No tenía sentido hacerlo cuando ya mi destino estaba sentenciado. 

—Necesito que te vayas, Bastián, quiero estar sola —solté con la voz rota y él me miró incredulo. 

—Si quieres llorar puedes hacerlo, puedo escucharte o simplemente estar contigo en silencio, pero no me pidas que me vaya cuando sabes que no lo haré por mucho que me insistas —dijo con voz dura y se arrodilló en la cama para tomar mi rostro entre sus manos y hacerme mirarlo a los ojos —. Prometí quedarme a tu lado y soy un hombre de palabra, por lo que cumpliré mi promesa así sea lo último que haga. 

AlevosíaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora